IPE: PBI de Lima acumula 6 años de desaceleración

(Informe de El Comercio-IPE) Según las últimas cifras de crecimiento regional para el año 2017, la economía de la región Lima acumula seis años consecutivos de desaceleración, lo que confirma que el bajo crecimiento de la capital resulta crónico.

Esta trayectoria es preocupante debido a que Lima representa más del 40% del PBI y más del 30% del empleo en el Perú. Más aun, en el cuarto trimestre del año Lima creció tan solo 1,4%, el resultado más bajo desde el 2009.

La desaceleración de la economía guarda especial relación con la débil situación del mercado laboral.

Según estimaciones del IPE, el empleo de la capital creció solo 2,3% durante el 2017. Dicho crecimiento, sin embargo, escondería un notable incremento del subempleo y la informalidad, junto a una reducción del empleo adecuado.

Al respecto, durante el 2017 se habrían generado 128 mil empleos en Lima, que se componen por un aumento de 144 mil puestos de trabajo en el subempleo y una disminución de 16 mil de empleo adecuado aproximadamente.

Más aun, preocupa el aumento del subempleo en los últimos dos años (9,7%), luego de una reducción acumulada de 24,2% durante los cinco años previos.

Por otra parte, en el último año se habría registrado una caída del empleo formal de 4,3%, la primera luego de nueve años consecutivos de continuo incremento, que significó el paso de 106 mil empleos a la informalidad. El empleo informal aumentó 7,5%, el mayor crecimiento de la última década, lo cual implicó 234 mil nuevos puestos de trabajo informales.

Así, la tasa de empleo informal habría vuelto a subir y se ubicaría en 58,8%, el resultado más alto del último lustro.

El panorama laboral se agrava porque, además, los salarios habrían caído 0,1%, por primera vez en siete años. Si se suma una inflación de 2,8%, los salarios reales habrían caído 2,9%. De esta manera, a precios del 2017, el salario real promedio en Lima resulta incluso menor al nivel del registrado en el 2015.

Los empleos con la mayor caída en los salarios reales serían los independientes (-3,1%) y los pertenecientes a empresas de 1 a 10 trabajadores (-3,3%).

COMERCIO Y SERVICIOS DEBILITADOS

El aparato productivo de Lima, entonces, enfrenta problemas para generar empleo adecuado y formal, al mismo tiempo que los salarios se contraen. Estos magros resultados, en conjunto, han mermado la capacidad de gasto en bienes y servicios.

Al respecto, es importante notar que los sectores comercio y servicios de la capital, dependientes del consumo de la población, registraron un crecimiento aproximado de 1,4% y 1,7%, lo que constituye una desaceleración de tres y cinco años consecutivos, respectivamente.

Ambos sectores representan en conjunto cerca de la mitad del PBI de Lima y, por tanto, explican buena parte de la desaceleración económica.

A su vez, el comercio en Lima representa más de la mitad de la producción del sector en todo el país. Si bien no se reportan estadísticas desagregadas de comercio por región, en el ámbito nacional se observa que el comercio, tanto mayorista como minorista, presenta cuatro años de desaceleración.

Junto a ello, el crecimiento de los créditos de consumo en Lima, que aproxima la actividad en los dos sectores, se ha ralentizado severamente. 

Según información de la Superintendencia de Banca y Seguros, el crecimiento promedio anual de este tipo de créditos pasó de 14% durante los años 2014-2015, a solo 8% durante el período 2016-2017. Peor aún, los créditos a través de tarjeta de crédito pasaron de crecer 21% promedio anual entre los años 2014-2015, a casi 5% durante los dos últimos años.

CONSTRUCCIÓN, MANUFACTURA Y TRIBUTOS

El sector construcción cayó 0,6% en el 2017 y acumula tres años consecutivos de caída. Dicho resultado, si bien negativo, resulta relativamente mejor que las disminuciones de los años 2015 (-5,8%) y 2016 (-4,3%), y se registran señales de recuperación.

Según el INEI, los despachos de cemento cayeron 3,4% en la primera mitad del 2017 y luego crecieron 3,5% durante la segunda mitad del año.

Además, según el MEF, la inversión pública en Lima pasó de caer 26% en el primer semestre del año a crecer 5,6% en el segundo semestre.

La recuperación se explica por una mayor ejecución en los gobiernos subnacionales (62%) debido a que la inversión en proyectos de infraestructura vial se duplicó respecto al año anterior.

Por el contrario, en el segundo semestre del año, la inversión pública del gobierno nacional retrocedió 9%. Así, luego de crecer en promedio 34% entre octubre y noviembre, ese indicador cayó 7% en diciembre.

El buen nivel de ejecución que llevan las obras de los Juegos Panamericanos ha contribuido significativamente a la vigencia del sector construcción en Lima.

Adicionalmente, el sector manufactura, el tercer sector de mayor tamaño en Lima, cayó por cuarto año consecutivo.

Según el INEI, ello resulta, principalmente, de un mal desempeño de las industrias de elaboración primaria. Por un lado, se redujo la producción de pescado congelado (40%), mientras que la de enlatado apenas aumentó 3%. Además, cayó fuertemente la refinación de plata (-32,9%), cobre (-31,5%) y zinc (-8,5%) en la planta de Cajamarquilla.

Una última manera de evaluar el desempeño de esta región es a través de su contribución al fisco.

Durante el 2017, los ingresos tributarios recaudados por la Sunat en Lima cayeron 1,7%, el mismo desempeño negativo que tuvo el país en su conjunto durante el año pasado. Si bien durante enero del 2018 los ingresos tributarios de Lima crecieron en 7,4% respecto a enero pasado, la debilidad de los otros indicadores, sobre todo del mercado laboral, son materia de preocupación constante.

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