"Es una tormenta que no le deseo a ningún ministro de Economía"
"Es una tormenta que no le deseo a ningún ministro de Economía"
Redacción EC

Fue jefe del gabinete de asesores del Ministerio de Economía y Finanzas durante la emergencia del terremoto en Pisco del 2007. recuerda que, en aquel momento, el desastre natural que acabó con la vida de 596 personas no fue la única preocupación, sino también la corrupción que surgió en el uso de recursos destinados a atender a la población damnificada.

— ¿Qué factores complican la respuesta del Gobierno ante el desastre?
El efecto Odebrecht y el cambio al nuevo sistema de inversión pública, Invierte.pe, pueden incrementar el miedo que tienen los funcionarios para ejecutar. El cambio del sistema de inversión pública puede ser bueno, pero lo malo es que, justo en el proceso de transición, los agarra El Niño costero. Es una tormenta perfecta que no le deseo a ningún ministro de Economía.

— Menciona que uno de los problemas centrales es el vínculo de contextos de emergencia con la corrupción.
Cuando se declara en estado de emergencia, usualmente hay una correlación muy alta con la corrupción, porque no hay tantos concursos públicos, se ejecuta rápido y al final los presupuestos terminan siendo más altos de lo que originalmente se pensó. 
Un miedo que tengo en estas circunstancias es que se repita lo que sucedió tras el terremoto del 2007. Ante la emergencia se transfirió el dinero inmediatamente [a las unidades ejecutoras], y se usaron estos recursos para comprar los alimentos a la gente damnificada. Lo que sucedió fue que, a los dos días, salió a la luz que había habido corrupción. Lo que se le entregaba a la población comprado en Wong salía como S/15, y al Gobierno le estaban cobrando S/35. Se armó un escándalo y la mitad de la Dirección de Presupuesto Público tuvo que ir a declarar ante el fiscal. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), bien intencionado, soltó el dinero rápidamente, cosa que normalmente no hace, y tuvo esos problemas. 
El miedo ahora es que, tras esa experiencia sumado al efecto Odebrecht, no se transfiera nada y no se pueda gastar.

— ¿Qué le recomendaría al MEF en este contexto?
Al principio los recursos deben ir para salvar a la gente. Darle comida, comprar carpas, ese tipo de cosas. Esta transferencia es rápida, pero justo es en el gasto corriente donde se detectó corrupción. 
Por eso, tener mecanismos efectivos para asegurar la transparencia en la ejecución del gasto es crucial. Tras la experiencia del 2007, algunos funcionarios van a resistirse a firmar, porque prefieren no arriesgarse a que les metan un juicio o tener que ir a la fiscalía. Se deben dar los recursos rápido pero tratar de que esto sea lo más transparente posible. Recomendaría involucrar a la Contraloría y a la Defensoría del Pueblo para que vayan supervisando la ejecución y que la ejecución pueda fluir mejor. También se debería reportar el gasto de esos presupuestos día a día. 
Creo que eso sería algo que podría ayudar a que no se pierda la velocidad pero que la gente esté informada y, por otro lado, con este mecanismo de transparencia se le quita el incentivo a cualquier mala autoridad para aprovecharse de eso.

Mira cómo afecta El Niño a la economía peruana en este video

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