Waldo Mendoza, jefe del Departamento de Economía de la PUCP y columnista de Economía Negocios de El Comercio, advirtió que la buena suerte del Perú en términos de las condiciones internacionales que han permitido que el Perú mantenga altos ritmos de crecimiento está empezando a cambiar, lo cual enfriará la actividad económica y llevará a que el crecimiento se sitúe por debajo del 6% proyectado por el Gobierno para este año.

En la historia económica de nuestro país, en general nuestro desempeño tiene que ver con dos factores: factores internos el tipo de política macroeconómica que hagamos, el tipo de modelo de desarrollo que tengamos y factores internacionales que están fuera de nuestro control. A estos factores se les puede llamar mala suerte o buena suerte, comentó.

Explicó que la buena suerte para el Perú ha significado que los términos de intercambio para nuestros productos han sido altos, que ingresan grandes cantidades de capitales al país, aumenta el crédito bancario, aumenta el consumo, el gasto y la recaudación aumenta por los altos precios de los minerales.

En los ochenta tuvimos pésima suerte y nos fue mal. En los noventa, la suerte mejoró sustantivamente y empezamos a crecer y a reducir la inflación. En los últimos 10 años, es como si nos hubiéramos sacado la lotería dos veces: Los términos de intercambio subieron notablemente y nunca antes en la historia peruana entraron tantos capitales al país, comentó.

Sin embargo, advirtió que lo que estamos observando en los últimos trimestres que esta suerte está empezando a cambiar.

Uno espera un contexto externo adverso que de alguna manera va a empezar a enfriar la actividad económica en el Perú. Con un contexto internacional que se está haciendo un poco más duro para el Perú, si no hay una reacción gubernamental, eso implica un ritmo de crecimiento menor en el Perú, comentó.

ATERRIZAJE SUAVE Explicó que la reducción del rimo de avance de la economía peruana no va a ser dramática. Es soñar despierto pensar que podemos crecer 8% en algún momento, este año o el próximo. Seguramente seguiremos creciendo, seguiremos siendo líderes en relación a América Latina, pero con tasas de crecimiento cada vez más bajas, indicó.

En ese sentido, detalló que este año la economía peruana avanzará menos de 6% casi con seguridad y que el próximo año y los siguientes el avance se situará alrededor de 5%.

Asimismo, mostró su confianza en que las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y del Banco Central de Reserva (BCR) están analizando este nuevo contexto para el Perú y evaluando la munición en materia de política fiscal y monetaria más adecuada.

La duda es cuánto tiempo puede ser este enfriamiento de la economía mundial. Si este enfriamiento va a durar un año o dos años, actúas de inmediato y con fuerza. Si esperas que esa crisis va a ser larga y duradera, aplicas midiendo exactamente qué se debe hacer con el gasto público y con las tasas de interés por bastante tiempo, comentó.

GIGANTE DORMIDO Respecto a las perspectivas para China, Mendoza consideró que es difícil que la economía asiática mantenga ritmos de 10% y posiblemente se situará entre 5% y 7%.

China explica la mitad del crecimiento económico latinoamericano. Si el crecimiento de China va a descender, el crecimiento, no del Perú, sino de la región, va a empezar a decender, concluyó.