(Foto: El Comercio)
(Foto: El Comercio)
Juan  Saldarriaga

La Junta de Acreedores de aprobó este miércoles la solicitud de los acreedores laborales (trabajadores metalúrgicos) para adquirir y operar los dos activos principales de la empresa: la mina Cobriza y el .

Ello, tras los fallidos intentos del liquidador concursal Dirige para vender ambas unidades productivas.

Como se recuerda, el CMLO y Cobriza fueron objeto de sucesivas rondas de remates en el 2017 (julio) y el 2018 (marzo-abril), que no atrajeron postores.

Como consecuencia de este fracaso, los trabajadores hicieron valer su derecho a solicitar ambos activos, poniendo como garantía sus acreencias laborales (US$120 millones). Sin embargo, han hecho saber que no se aventurarán en este negocio ellos solos.

Luis Castillo, representante de los trabajadores, señaló días atrás que están en conversaciones con un socio inversionista para que los ayude a financiar la adquisición.

"El plan es que el socio invierta US$50 millones y nosotros US$20 millones para comprar Cobriza", acotó. Un esquema similar se estaría barajando para el CMLO.

Los trabajadores tienen hasta el próximo 16 de junio para presentar su oferta; de lo contario, la junta podría organizar otra ronda de remates.

Doe Run paralizó operaciones en el CMLO en 2009 debido a problemas financieros y ambientales (incumplimiento del PAMA), y optó por someterse a un proceso de restructuración. Ingresó en proceso de subasta efectiva en el 2014.

Contenido sugerido

Contenido GEC