La importancia de la terapia en el running. (Foto: Agencias)
La importancia de la terapia en el running. (Foto: Agencias)
Redacción DT

Álvaro Prado


Practicar el con frecuencia hace que nuestra calidad de vida mejore en una serie de aspectos, tanto físicos como mentales. Reduce la ansiedad, mejora el estado de ánimo, incrementa el volumen del corazón al reducir la frecuencia cardíaca, disminuye la presión arterial, mejora el sistema cardiovascular y pulmonar, fortalece nuestros huesos, mejora la actividad cerebral y nos mantiene optimistas frente a las vicisitudes que se presenten en nuestras vidas. Los beneficios son tantos que superan con creces ciertos sacrificios que debemos enfrentar. Estos, para denominarlos de algún modo, son hábitos que debemos cambiar hasta que nuestro cuerpo se acostumbre a nuestro nuevo estilo de vida.

Sin embargo, existen algunos riesgos que debemos prevenir. Los más frecuentes son las lesiones que ocurren por diversos factores. Por ejemplo, cuando no utilizamos el calzado adecuado para nuestra pisada. Por eso se recomienda evaluar el tipo de pisada que tenemos antes de comprar las zapatillas idóneas y usarlas por un período máximo de 500 kilómetros. Las lesiones que ocurren, en este caso, son mayormente contracturas musculares que se originan cuando se realiza un esfuerzo brusco o cuando existe una falta de amortiguación causada por un calzado que ha excedido el kilometraje en mención.
Esta dolencia no es muy grave, pero no se debe tomar a la ligera ya que si no se hace el tratamiento adecuado (masajes descontracturantes y descanso), podría empeorar al generarse un desgarro muscular. Esto podría dejarlo fuera de las pistas por varios meses.

En mi caso, cuando estaba entrenando para participar en la Maratón de Nueva York en el 2013, sufrí una contractura en uno de los gemelos de la pantorrilla lo que me obligó a parar. Acudí a un traumatólogo, quien me recomendó masajes terapéuticos en la zona afectada por tres días. Por suerte, se solucionó el problema debido a que lo atendí en el acto.

Otra lesión que sufren los corredores con frecuencia es la contractura o desgarro del bíceps femoral. Esto sucede cuando uno no ha calentado lo suficiente y realiza un movimiento repentino o cambia a un ritmo muy exigido para su capacidad física. Hace tres semanas me contracturé el bíceps femoral. Esta dolencia ha mejorado debido a que recurrí a un terapeuta el mismo día que sufrí la lesión.

Para superar estas lesiones hay que ser pacientes y hacer las terapias respectivas. Lo mejor es parar de correr por algunos días. Y cuando retome la actividad deportiva lo mejor es ir a un ritmo muy suave hasta que la dolencia desaparezca. Utilice medias de compresión para las pantorrillas, o shorts de compresión para los muslos. Estas prendas deportivas evitan la oscilación del músculo sentido mientras corre y lo ayudará significativamente en su recuperación.

Un último consejo para prevenir las lesiones en la práctica del running: se recomienda acudir una vez por semana a un centro de masajes terapéuticos. De esta manera, podrá mantener sus músculos en óptimas condiciones y podrá lograr las metas que se ha trazado en su próxima competencia.

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