Super Bowl 2018: Patriots vs. Eagles por la final de la NFL. (Foto: Agencias)
Super Bowl 2018: Patriots vs. Eagles por la final de la NFL. (Foto: Agencias)
Agencia Bloomberg

Si su equipo favorito de la no se clasifica, la culpa podría ser en parte de la reforma tributaria del presidente estadounidense .

La ley de 2017 podría poner en desventaja a los equipos de estados de elevadas tasas de impuesto al ingreso personal a la hora de negociar con jugadores independientes debido a nuevos límites a las deducciones, incluidos impuestos estaduales y municipales, según Matthias Petutschnig, economista especializado en impuestos de la Universidad de Economía y Negocios de Viena.

La investigación de Petutschnig sobre el desempeño de equipos durante más de 20 años muestra que las franquicias de la NFL en estados de elevados impuestos perdieron en promedio más partidos durante la temporada regular que los equipos de estados con impuestos bajos o inexistentes. Eso obedece al techo salarial de la NFL para los equipos, según Petutschnig. Si deben dar a determinados jugadores más dinero para compensar los mayores impuestos, se reduce el monto que pagan a otros jugadores y declina el nivel de talento del equipo en su conjunto.

“La nueva ley tributaria exacerba mis conclusiones y hace que a los equipos con altos impuestos les resulte más difícil conformar un plantel de alta calidad”, dijo Petutschnig.

La ley establece un límite de US$10.000 al monto de impuestos municipales y estaduales que los contribuyentes pueden deducir en sus declaraciones federales, lo cual es una cantidad insignificante en el caso de atletas profesionales que viven en estados con elevados impuestos a la propiedad. También eliminó la deducción por gastos empresariales de empleados no reembolsados, lo cual en el caso de los jugadores de fútbol significa que los aportes sindicales y las comisiones por agentes, relaciones públicas, administración empresarial o entrenadores fuera de temporada no pueden descontarse.

Un jugador de los Miami Dolphins o los Houston Texans, donde no se recaudan impuestos estaduales a los ingresos, “siempre iba a estar mucho mejor que alguien que jugara en Nueva York”, dijo Jerome Glickman, un director de la firma contable Friedman LLP que trabaja con atletas profesionales.“Ahora está peor”.

De todos modos, Glickman dijo que la prioridad para muchos atletas es ir adonde piensan que van a ganar. Si bien los impuestos podrían entrar en consideración, rara vez son un factor determinante. Por otra parte, algunos jugadores optan por establecer domicilio oficial en estados de impuestos bajos o inexistentes, de modo tal que la elevada tasa tributaria estadual de un equipo no actúe como elemento disuasivo.

Los atletas profesionales tienen que considerar el llamado “jock tax”, un gravamen que se calcula sobre la base de cuándos días un jugador proporciona sus servicios profesionales, tales como jugar en un partido o participar en entrenamientos, en todo estado que cuente con un impuesto al ingreso.

Los jugadores de los New York Giants y los New York Jets tuvieron el tercer mayor promedio de tasa impositiva entre 1994 y 2016, según el estudio de Petutschnig: 7,94%. Los jugadores de equipos de California, entre ellos los Oakland Raiders, los San Diago Chargers y los San Francisco 49ers, tuvieron la tasa tributaria más alta: 11,28%.

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