La Ley N° 30807 regula los plazos para el derecho de licencia por paternidad a los trabajadores de la actividad pública y privada. (Foto: GEC)
La Ley N° 30807 regula los plazos para el derecho de licencia por paternidad a los trabajadores de la actividad pública y privada. (Foto: GEC)
Pablo Lavado

¿Cuántos de los que somos , al momento de tener a nuestro primer hijo, hemos acribillado de preguntas a los médicos, navegado en innumerables páginas web, leído varios libros sobre crianza y sido aconsejados por todas las personas que nos rodean? ¿Todo para qué? Para que sigamos igual de asustados cuando los bañamos por primera vez, cuando los acostamos el primer mes, cuando les damos sus primeros alimentos, en fin.  

Emily Oster, economista de la salud, profesora de Economía de la Universidad de Brown y graduada de la Universidad de Harvard, acaba de publicar un libro llamado “Cribsheet”. Se trata de una obra en la que se recopila investigación y evidencia científica acerca de lo que funciona y de lo que no funciona en la paternidad de niños menores de 3 años. Entre los temas que se desarrollan se encuentra la lactancia, el descanso y sueño durante los primeros meses de ser padre o madre, aprendizaje de palabras, cómo dejar los pañales, entre otros.  




En un mundo en el que Google se presenta como pediatra o psicólogo, o la muy común consulta al grupo de WhatsApp de padres, “Cribsheet” nos guía sobre el terreno en el que existe evidencia o no, y nos da luces acerca de los temas en los que podemos tomar una decisión muy personal, sin remordimientos de consecuencias futuras sobre nuestros hijos.

En el libro podemos encontrar resultados como que no hay relación alguna entre la vacunación y el autismo; que muchas veces es normal que un bebe recién se siente a los 9 meses; que el 5% de los bebes aprende a caminar sin gatear; que niños de 1 año no aprenden más palabras por ver videos educativos (como “Baby Einstein”), sino porque sus padres les leen libros. Es un libro fascinante y que refuerza o desmitifica, con evidencia, algunos de los consejos que hemos atrapado por ahí y que, varias veces, son los que más nos conviene creer y adoptar.

Hay una alerta importante. Emily escribe: “Este libro no te dirá qué decisiones debes tomar con tus hijos. En lugar de ello, trato de ofrecer información y datos, y un poco de contexto para que cada padre tome su propia decisión”.

Sin duda, este libro no pretende abarcar todos los aspectos de la vida y se limita a la evidencia y los datos. Queda aún camino por trazar en cuanto a desarrollo infantil temprano. No obstante, este es un libro altamente recomendable y divertido para los padres de niños menores de 3 años.

P.D.: Aprovecho para desear a todas las madres un feliz día y, en particular, a Vane, a Bertha y a Mirtha. ¡Las amo!