(Foto: Bloomberg)
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Daniel Macera

Luego de que Donald Trump decidiera retirar a Estados Unidos (EE.UU.) del , el riesgo de que otros países pudieran seguir el mismo camino se diluyó hace unos días, tras la firma de compromiso de los otros 11 países para seguir con el acuerdo.

El pacto, ahora rebautizado como Acuerdo Comprensivo y Progresivo de la Asociación Transpacífica (CPTPP), “reafirma el compromiso de estos países por el libre flujo de bienes, servicios, información e inversiones a escala global”, afirma Manuel Quindimil, gerente de Relaciones Gubernamentales y Legislativas de AmCham Perú.

Al igual que el tratado original, el CPTPP apunta a eliminar los aranceles a los productos industriales y agrícolas en el bloque cuyo comercio sumó a US$356.000 millones el año pasado.

De ponerse en vigencia el acuerdo, “pasaríamos a formar parte de un club importante de países a nivel comercial, daríamos la imagen de que sabemos negociar en el más alto nivel e incorporaríamos cuatro nuevos mercados para los productos peruanos: Nueva Zelanda, Malasia, Vietnam y Brunéi”, sostuvo Carlos Posada, ex viceministro de Comercio Exterior.

EL GRAN AUSENTE
El TPP original iba a reunir economías equivalentes al 40% del PBI mundial, según cálculos del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur). Con la partida de EE.UU. esta participación se redujo a casi el 15,5%.

Tras calcular nuevamente los beneficios y concesiones, los países restantes suspendieron 20 disposiciones del acuerdo original, la mayoría de materia de propiedad intelectual y patentes requerida por el gobierno de Trump.

“La ausencia de Estados Unidos ya no justificaría asumir esas concesiones”, señala Fernando González Vigil, profesor de la Universidad del Pacífico.

De acuerdo con el actual viceministro de Comercio Exterior, Edgar Vásquez, los artículos suspendidos cubren la mayor parte de las preocupaciones que existían en los distintos países con relación al acuerdo original.

Sin embargo, la suspensión –y no eliminación– de estos ítems podría verse como una estrategia para traer de vuelta a EE.UU., según los expertos.

“Se podrán activar fácilmente en caso EE.UU. u otros países quieran formar parte del CPTPP”, precisa Vásquez.

Para Posada, no obstante, la partida de EE.UU. de la alianza puede ser vista como un hecho positivo. “Si EE.UU. entraba al TPP, íbamos a tener que competir por su mercado contra países como Malasia o Vietnam”, finaliza.

Según el acuerdo alcanzado el 11 de noviembre último, en Vietnam, la alianza comercial entrará en vigencia 60 días después de que la mayoría (seis) de los 11 la ratifique.

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