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Naruto restaurante
Paola Miglio

Uzumaki es el nombre del protagonista del manga (anime japonés). Él, que suele comer en Ichiraku Ramen, su favorito, es también el que inspira un pequeño restaurante japonés limeño que nace en la Av. Aviación y hoy se ha ramificado por varios distritos de la capital (La Molina, San Borja y Pueblo Libre, como anota su web). El lugar es agradable, siempre cuidado y ordenado, con un diseño que recrea ese mundo Naruto tan fantástico. Los dibujos salen de las paredes pero no invaden el espacio del salón: es decir, hay juego manteniendo un perfil adulto, hasta familiar, sin llegar a convertirse en un parque de diversiones orientado solo a niños.

La cola es prácticamente inevitable. Sobre todo los fines de semana o feriados a la hora del almuerzo. Hay que ir sabiendo que se va a esperar entre 15 y 30 minutos. Y acá la primera anotación: Naruto, imaginamos que debido a la afluencia de comensales, se ha convertido en un restaurante de alto tránsito y atención rápida, incluso demasiado rápida, lo que puede influir en la temperatura de los platos y también en qué tanto está listo en cocina antes de que el cliente haga su pedido. Se nota en las gyozas de carne de cerdo y vegetales, que llegan tibias tirando para frías, algo desangeladas (no es la primera vez que esto pasa). Solo logran levantar con las salsas que acompañan el servicio, en especial con una suerte de aceite picante y delicioso.

Inmediatamente también llega el resto de platos: un miso ramen, el Naruto chicken y una tortilla de huevo sobre arroz frito (yakimeshi). La tortilla es delgada y delicada y el relleno es sabroso, no muy grasoso y con los trozos de carne y vegetales cortados muy pequeñitos. Muy agradable y como para repetir. El problema se desata con los dos anteriores. El miso ramen, si bien tiene los fideos en su punto, pasa sin dejar huella debido a que el choclito amarillo le roba el protagonismo al caldo (cuando en este caso debería ser potente), su dulzor es demasiado invasivo. El cerdo que acompaña es intenso y la preparación se descalabra cuando debería ser armoniosa y reconfortante.

El Naruto chicken también tiene complicaciones: si bien la salsa agridulce de negi o poro japonés está balanceada, no es suficiente como para ocultar los errores en la preparación del pollo que está muy aceitoso y llega casi frío a la mesa. O no está recién hecho o pasó mucho tiempo en la partida. Lo cierto es que no cumple las expectativas: no es el pollo empanizado crujiente que promete la carta ni el que he comido anteriormente. La ensaladilla y el arroz que acompañan sí pasaron la prueba.

La carta de Naruto no plantea mayores retos, se acomoda quieta y así permanece en el tiempo. Los platos fluyen entre empanizados y ramen, pocos makis (felizmente) y una que otra ensalada. Me pregunto si no será tiempo de arriesgarse un poco. Si abrir más locales no distrajo la atención del primero. Si no sería bueno vigilar más la cocina, para que al menos, si el menú no va a variar tanto, se mantenga impecable. Naruto es un espacio entretenido y amable, que eso también se refleje en la carta de manera constante.

AL DETALLE
Puntuación: 12/20
Tipo de restaurante: cocina japonesa.
Teléfono: 321-9292.
Dirección: Av. Aviación 2982, San Borja.
Horario: de lunes a sábado, de 12:30 a 4 p.m. y de 7 a 11 p.m.; domingos de 12:30 a 4 p.m. y de 7 a 10 p.m.
Estacionamiento: puerta calle.
Carta de bebidas: refrescos, cervezas japonesas, té.
Precio promedio por persona (sin bebidas): S/30–S/40.

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