War Machine NEW
War Machine NEW

En Afganistán, el coronel Glen McMahon (Brad Pitt) intenta cumplir la misión que le encomendaron: acabar con la guerra y minimizar sus daños en la zona. Guapea a sus hombres, intenta reorganizarlos y lleva a cabo misiones diplomáticas mientras solicita más ayuda al Gobierno Estadounidense. Pronto se da cuenta de que él solo es una pequeña pieza de un engranaje burocrático. "Muchos soldados se han olvidado de que estamos peleando una guerra", se le oye decir.

"War Machine", filme que estrena hoy Netflix, lleva las desgracias bélicas al límite en el que se encuentra con los ridículos procesos de una guerra que no solo se pelea con tanques: McMahon se la pasa pidiendo mayor apoyo a su país, mantiene reuniones infructuosas –y trágicamente ridículas– con el presidente afgano y da manotazos de ahogado en batallas que nadie parece querer ganar.

"Nunca encontré una historia que muestre el horror y la brutalidad de la guerra", dijo a El Comercio Jeremy Kleiner, productor del filme. Él finalmente encontró su norte al leer "The Operators: The Wild and Terrifying Inside Story of America's War in Afganistan", del periodista estadounidense Michael Hastings. "Supe que la historia sobre esta guerra tenía que ver con el absurdo de los niveles de comandos civiles y militares. El libro tenía además mucho potencial para la comedia y el humor negro", agregó.

Productores
Productores

Problemas de guerra
Si bien el simbolismo de la máquina como sistema burocrático se mantiene, el soldado como máquina de guerra también existe. Incansable, el personaje de Pitt debe convencer al presidente de Afganistán, Hamid Karzai (notable interpretación de sir Ben Kingsley), de colaborar cuando este solo espera de él que sea un soldado más que está en su país por mero cumplimiento; o enfrentarse a periodistas que le recuerdan que su mejor momento ya pasó. Kleiner hasta se da tiempo de mostrar el lado familiar del general McMahon. "Con Brad quería crear un personaje que sea gigantesco, que lleva el peso de la guerra sobre sus hombros. Cuando conversamos, nos tomó cinco minutos llegar a lo que queríamos", revela Kleiner.

El filme, además, cuenta con la participación especial de Tilda Swinton y un cameo sorpresa. La guerra ha empezado, para bien o para mal.

Contenido sugerido

Contenido GEC