Lydia Caycho: "Elijo las causas que nos hacen bien a la mayoría"
Lydia Caycho: "Elijo las causas que nos hacen bien a la mayoría"
Teresina Muñoz-Najar

Su lucha contra la impunidad, la violencia de género, el abuso y la esclavitud sexual en México, su país, la ha llevado a encarar riesgos terribles. En el 2005, por ejemplo, luego de publicar “Los demonios del Edén”, libro sobre un pederasta en Cancún y los mafiosos que lo protegían, fue denunciada, encarcelada y torturada. Esa experiencia quedó plasmada en “Memorias de una infamia”. Lydia Caycho es una de las invitadas al de Arequipa este fin de semana.

— ¿Cómo, después de haber sido prácticamente secuestrada, torturada y enjuiciada, sigues adelante?
Sigo porque estoy viva, porque aprendí a ser valiente en casa. Desde niña descubrí mis derechos y con el tiempo entendí que había que defenderlos en colectivo siempre. Marguerite Yourcenar escribió que las mujeres destrozan su soledad para sembrar en ella un jardín; pues yo descubrí cómo destrozar mi miedo para sembrar en él un jardín. Mi derecho a vivir en libertad y ser feliz es más poderoso que la conquista del terror que implantan los torturadores.

— ¿Crees que en algo se ha avanzado en esta parte del mundo contra la violencia de género? A ratos parece que nada pasa…
Los movimientos de mujeres en el mundo han logrado lo inimaginable, les debemos a nuestras antepasadas la libertad de ser dueñas de nuestro destino fuera y dentro del hogar. Pienso, como Clara Campoamor, que mientras las mujeres no escribamos las leyes y la historia, los hombres seguirán dominando nuestras palabras. Este efecto 'boomerang' que ahora vemos, y me refiero a la vengativa violencia feminicida, es en parte resultado de que millones de hombres no han sabido cómo transitar de creerse superiores a comprenderse iguales a las mujeres, en términos de leyes y derechos, claro.

—¿Cuál debería ser la actitud de los hombres frente a todo esto?
Los hombres tienen una responsabilidad inmensa. Los últimos casos escandalosos de acoso sexual en Hollywood, que han llevado a hombres famosos a pronunciarse, son un inicio, todavía no un logro. Hay que seguir educando a las mujeres para que sepan que el machismo introyectado en ellas es una forma de supervivencia en un mundo que sigue calificando lo femenino como inferior. Necesitamos que más hombres se impliquen en la batalla contra su propio machismo, contra su propio silencio y complicidad.

— Hay una ola conservadora en Latinoamérica que ha inventado la “ideología de género”, que no nos permite avanzar en varios frentes: educación, salud pública, etc.
Es algo mundial. Era de esperarse, parte del efecto 'boomerang' del que te hablaba antes. El conservadurismo defiende los valores de la supremacía machista, blanca, masculina, religiosa; esa que quiere a las mujeres en la cocina y a los hombres en el poder. Es una supremacía iletrada, burda y profundamente misógina. Las mujeres que participan de ella temen perder el poco acceso al poder y se someten a sus reglas creyendo que mantienen privilegios, pero son menores y parciales.

Lydia Caycho: "Elijo las causas que nos hacen bien a la mayoría"
Lydia Caycho: "Elijo las causas que nos hacen bien a la mayoría"

— Acá en el Perú, hace pocas semanas, una congresista dijo, casi literalmente, que las mujeres tienen la culpa de que las maten. ¿Qué les dirías a quienes piensan igual que ella?
Lo mismo que les digo a fiscales y procuradores de justicia de mi país, que culpabilizar a las víctimas de un delito constituye violencia de Estado, que cualquier autoridad o funcionario público que culpabilice a la víctima, automáticamente exime al criminal y por tanto se hace cómplice. Avala la violencia feminicida desde el privilegio del poder.

— ¿Y qué hacer frente al peligro que acecha a las mujeres, como salir de noche, vestir minifalda, viajar solas, etc.?
Pues hay que seguir saliendo en minifalda y hacer lo que nos da la gana sin dañar a otras y otros. Hay que gozar de la vida y ejercer nuestros derechos. Recluirse es la peor estrategia. Hay una anécdota impresionante de un alcalde de Bogotá, que ordenó una noche que todas las mujeres salieran a la calle y todos los hombres se quedaran en casa. Al día siguiente salió a anunciar que esa noche de borrachera y parranda no hubo una sola violación, ni un solo asesinato. Es importante recordarlo.

EL DATO
Lydia Caycho estará el viernes 10 de noviembre al mediodía en el Teatro Municipal de Arequipa.

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