Ambos artistas se presentaron en el Estadio Nacional. (Foto: Marc Anthony Facebook)
Ambos artistas se presentaron en el Estadio Nacional. (Foto: Marc Anthony Facebook)
Miguel Rocca

La fría noche del Nacional esperaba por el sabor latino de y , ambos destacados líderes en los géneros que cantan salsa y vallenato, respectivamente, se han dejado llevar por los nuevos ritmos y hoy fusionan y junto a otros cantantes -principalmente de reggaetón- exploran los ritmos de la fusión. Ése era el cartel y el público esperaba por ellos. 

Tras el breve show de Son Tentación (agrupación con 6 voces femeninas y salseras), llegaría el turno de Marc Anthony, quien apareció en el escenario del Nacional tras una introducción de su orquesta. "Valió la pena" fue el tema elegido para abrir su show mientras la voz del nacido en Nueva York, pero originario de Puerto Rico, se mezclaba con los gritos y saludos de sus fans. 

Marc Anthony, quien semanas atrás perdió a su madre, no se guardaba nada en el escenario y desbordaba energía en cada tema. "Me siento en casa, muchas gracias. Este es un momento impresionante y me hacía falta compartirlo con ustedes", señalaba el salsero. 

Luego se dejaron oír temas como "Y hubo alguien", "Hasta ayer" y "Flor pálida", bastante bien recepcionados por los asistentes al show, que ya pasadas las 10 de la noche, llegaban en masa hasta el recinto. 

"Vamos a cantar un poquito de todo, de lo viejo, de lo nuevo", expresó.

Nos detenemos en esta frase y aquí muchos -como nosotros- pensarán y recordarán las presentaciones del salsero en 2014 (junto a Juan Luis Guerra) y en 2015 (juntos a Romeo Santos) que el repertorio de Marc Anthony, no cambió en los últimos 3 años.

De hecho, en su presentación de ayer, sonaron las mismas 12 canciones -en el mismo orden- que en su concierto del 2014. Punto en contra para el salsero quien cuenta con un amplísimo repertorio como para cambiar los setlist de sus presentaciones (quizá indagar un poco más en "Otra Nota", "Todo a su tiempo" y "Contra la corriente", álbumes noventeros y bastante exitosos en la carrera musical del salsero). El concierto terminó con el tema "Vivir mi vida". 

EL SABOR LO PONE VIVES 

Al pegajoso ritmo de una versión corta de "La Bicicleta" -hit que comparte con Shakira- Carlos Vives irrumpe en el Nacional. Si la salsa nos hizo bailar, Vives pasa la valla con creces y hace disfrutar a todos, incluso hasta los que abarrotaron las tribunas del estadio, que dejaron su asiento y se pusieron a bailar al son de la música. 

La fiesta no para y suenan "Pa' Mayté" y "Al filo de tu amor", uno de los últimos singles de colombiano, quien luego se da una pausa para rendirle un breve -pero merecido- homenaje al "Zambo" Cavero cantando algunas frases del "Y se llama Perú". "¿Dónde está mi negro? Cómo te extrañamos mi negro", mencionó Vives ante los aplausos de los asistentes al concierto. 

"Fruta fresca", "Bailar contigo" y "Déjame entrar" también se dejan oír en la voz de Vives. Casi no hay distinción, todas las canciones generan esas mismas ganas de bailar y cantar cada una de ellas. Luego suena "Robarte un beso" (su último single), canción que también fue bien recibida por los asistentes. 

En otro momento del show Carlos Vives también agradece al Perú y recuerda "En los 8 años en los que no estuve bien, ustedes me seguían recibiendo", seguro haciendo alusión a la etapa de inicios del 2000, donde su música quizá no generaba lo que mismo que hoy. 

Carlos Vives conoce el Perú, le agradece cada vez que puede y se entrega como se debe en el escenario. Así lo hizo ayer y el público se lo hizo notar. 

Para la parte final del show, Vives dejó los temas "La tierra del olvido", "Volví a nacer" (canción que lo relanzó al estrellato y -ahora sí- una versión extendida de "La bicicleta", tema que hizo disfrutar a las más de 30 mil almas que se dieron cita en el Estadio Nacional.

Como para cerrar esta nota -y seguros muchos compartirán ese mismo pesar- varios esperaban que sonara el tema "Cuando nos volvamos a encontrar", canción que unió a Vives y Marc Anthony en 2014. Pero no, no sucedió.

Bien, pero no tan unidos como hubiésemos querido.

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