(Foto archivo: Reuters/Dado Ruvic)
(Foto archivo: Reuters/Dado Ruvic)
Redacción EC

Después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunciara el viernes la acusación formal de 13 ciudadanos rusos y tres entidades del país soviético por interferir en las elecciones presidenciales de 2016, un ex empleado de una de ellas rompió el silencio.

Se trata de Marat Mindiyarov, profesor autodidacta de 43 años que vive en las afueras de San Petersburgo. El hombre solía trabajar en una de las cuestionadas "granjas de clics" o "fábricas de trolls", en un departamento de consumo doméstico dirigido a los rusos.

En conversación con The Washington Post, Mindiyarov dice que llegó a trabajar ahí "por accidente", porque estaba cesante y el lugar quedaba cerca de su casa. "Rápidamente me di cuenta que era el tipo de lugar donde sólo quería pasar el tiempo suficiente hasta que pudiera obtener mi sueldo e irme", recuerda.

Trabajó en el lugar entre noviembre de 2014 y febrero de 2015 y dice que renunció rápidamente por "motivos morales". "Estaba avergonzado de trabajar ahí", asegura.

También afirma que él participó de la fábrica en sus inicios. "El nivel creció, sin ninguna duda", cuenta.


Un pasaje al mundo de Orwell

Cuando llegué ahí, inmediatamente me sentí como un personaje del libro '1984', de George Orwell, en un lugar donde tienes que escribir que lo blanco es negro y lo negro es blanco. Tu primer sentimiento, cuando terminas ahí, es que estás en algún tipo de fábrica que convierte el mentir y no decir la verdad en una línea de ensamblaje industrial", afirma.

"Los volúmenes eran colosales. Había un número enorme de personas, 300 o 400, y estaban escribiendo cosas absolutamente no verdaderas. Era como estar en el mundo de Orwell", añade.

Según Mindiyarov, su trabajo consistía en postear comentarios en las noticias rusas. "Nadie me preguntó mi opinión. Mis opiniones ya estaban escritas para mí, y yo tenía que escribir en mis propias palabras aquello que me habían ordenado", relata.

"Tenías una lista de temas de los cuales escribir. Cada noticia era tomada por tres 'trolls', y los tres hacíamos un acto. Teníamos que hacer lucir como que no éramos 'trolls', sino personas reales", cuenta.


Doce horas de trabajo en salas oscuras

Sobre el modo de trabajo, cuenta que se organizaba en dos turnos de de doce horas, de 9:00 a 21:00 horas, y viceversa. "Había normas de producción, por ejemplo, 135 comentarios de 200 caracteres cada uno", cuenta. Las salas, con las cortinas cerradas, tenían cerca de 20 computadores.

"Era como una línea de producción, todos estaban ocupados escribiendo algo. Tenía la sensación de que había llegado a una fábrica en vez de a un lugar creativo", dice.

El sueldo rondaba los US$700 mensuales, en turnos de dos días trabajados y dos de descanso.

Con respecto al objetivo perseguido, el hombre cree que no funcionó en Rusia. "¿Quién lee los comentarios abajo de las noticias, de cualquier forma? Especialmente cuando son tan obviamente falsos. Las personas que trabajaban ahí no tenían intereses ni habilidades literarias. Eran textos mecánicos, era una labor colosal, sin sentido. Para las audiencias rusas, al menos", dice.


El ensayo sobre Hillary Clinton

Sin embargo, señala que la estrategia parece haber dado resultado en EE.UU. "Aparentemente funcionó, porque no están acostumbrados a este tipo de trucos. Viven en una sociedad donde se acepta responder a tus palabras", cuenta.

Según Mindiyarov, existía un "Departamento de Facebook", donde se trataban los mismos temas, pero enfocado en los lectores estadounidenses. "No era un secreto", cuenta. Dice que, como hablaba inglés, le ofrecieron cambiarse, y que lo intentó porque el pago era el doble.

Aunque dio la prueba para concretar el traspaso, lo reprobó. "Fallé porque había que hablar un inglés perfecto. El lector no podía tener la sensación de que eras extranjero", relata. La prueba, cuenta, tenía varias etapas.

"Primero te pedían escribir algo como '¿Qué piensas de los vegetarianos?'. Después '¿qué piensas de Hillary Clinton? ¿Qué posibilidades tiene de ganar una elección en EE.UU?'. Tenías que escribir un texto de gran extensión sobre esto. Lo principal era mostrar que eras capaz de presentarte como un estadounidense", cuenta.

Quienes trabajaban en esa sección, según Mindiyarov, eran "personas que lucían totalmente modernos, como 'hipsters', usando ropa a la moda, con cortes de pelo estilosos y aparatos modernos".

"Eran tan modernos que no te habrías imaginado que hacían algo así", concluye.

Fuente: El Mercurio, GDA

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