Tras implementar Transporte Seguro, se colocarán cámaras de videovigilancia en las unidades de transporte público. (ARIEL OJEDA. EL UNIVERSAL)
Tras implementar Transporte Seguro, se colocarán cámaras de videovigilancia en las unidades de transporte público. (ARIEL OJEDA. EL UNIVERSAL)
Redacción EC

En la última semana, el hijo de Bertha fue asaltado en dos ocasiones a bordo de un bus de la Ruta 37 en la colonia Desarrollo Urbano Quetzatcoátl, en (). Tan solo en ese ramal, las autoridades tienen registrados que se cometen de cinco a seis asaltos cada día de la semana. 

Por esta situación de inseguridad, la alcaldía decidió contratar policías auxiliares para que viajen junto a los pasajeros y así evitar la presencia de los delincuentes.

En el arranque del programa Transporte Seguro, la edil Clara Brugada aseguró que la intención es que con la presencia de los uniformados, los delincuentes desistan de asaltar a los usuarios. Por ello, el plan es que en cada una de las 20 unidades que cubren el trayecto de dicha colonia hasta el paradero del Metro Constitución de 1917, estén dos policías armados.

A lo largo del camino estarán distribuidas —de forma estratégica— patrullas de la Secretaría de Seguridad capitalina.

Después, dijo, se colocarán cámaras de video vigilancia en las unidades de transporte público para que se conecten al sistema C5 y desde ahí se vigile el trayecto de los usuarios y que la policía pueda reaccionar más rápidamente ante los atracos.

La alcaldesa afirmó que en los últimos tres años el robo a bordo del transporte público se duplicó, pues pasó de 466 a 823 y eso, resaltó, “son solo los denunciados, pero hay una cifra negra”.

“No nos podíamos quedar de brazos cruzados cuando vemos que hay una situación muy grave [por los robos a los vecinos]”, dijo al precisar que la alcaldía no tiene el mando policíaco.

En total, serán 40 uniformados que viajarán en las unidades de transporte público de la Ruta 37 y se espera ampliar el plan de instalación de videocámaras en los 407 vehículos que integran los nueve ramales.

Testimonios de víctimas

El hijo de Bertha ha sido asaltado en dos ocasiones. Le quitaron su billetera, documentos y el celular, pero no ha denunciado por falta de tiempo y por la desconfianza en las autoridades. “Mi hijo sale tarde del trabajo, lo asaltaron de regreso, dentro del bus, justo en la calle Manuel Cañas. La primera vez le quitaron el celular, la segunda no le pudieron quitar nada porque ya no traía nada”, contó.

Durante el evento algunos vecinos expresaron su preocupación por la inseguridad que viven todos los días, principalmente los jóvenes que utilizan el transporte público en la mañana y por la tarde para ir y regresar de la escuela

Josué, habitante de la zona, se quejó de la falta de vigilancia por parte de los elementos de la Secretaría de Seguridad, pues recordó que él denunció un atraco en un camión de transporte público y si bien las patrullas llegaron para vigilar el área, esto fue momentáneo, porque después ya no volvió a verlas.

Desconfianza

Los operadores de la Ruta 37 toman con reserva las medidas. Califican las acciones como buenas, pero señalaron que debe hacerse un operativo más amplio y no solo enfocarse en una colonia.

“Por una parte está bien, pero es necesario que se pongan en otros puntos como en Degollado, donde se pueden ver a estos sujetos [los asaltantes]; prácticamente con esto no se va a hacer nada, deben ponerse a hacer operativos porque el que opera todo esto, allá vive”, denunció un chofer quien prefirió el anonimato por seguridad.

Comentó que además de los asaltos, los transportistas son víctimas de extorsión. Dijo que para no ser asaltados les piden una cuota y hay otros grupos que les exigen un pago por derecho de piso.

“Nosotros como choferes a veces tenemos que dar dinero para cuidar al pasaje, pero también los patrones se enfrentan a eso [extorsión] y a los secuestros”, refirió.

Fuente: "El Universal" de México, GDA

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