Sunat redes sociales
Sunat redes sociales
Franco Giuffra

El jefe de la Sunat acaba de anunciar que su institución abrazará con todo las nuevas tecnologías del big data y la inteligencia artificial. Han incorporado a su planilla físicos y matemáticos para escudriñar las redes sociales de los contribuyentes.

Así se detectará quién aparece bronceado en los meses de invierno en Facebook y quién está tomando whisky etiqueta negra cuando sus ingresos solo deberían alcanzarle para un chilcano. 

Otras indagaciones igualmente apremiantes podrían ser abordadas por estos científicos. Señaladamente una que tiene conmocionada a la población: ¿para qué diablos exige la Sunat una denuncia policial cuando se pierde una factura o una guía de remisión? 

En el curso de hacer negocios, ocurre que se extravían o roban este tipo de documentos. El transportista los pierde, el cliente no los encuentra, quizá se traspapelaron en su propia oficina. O le robaron el maletín al mensajero de la empresa. 

Para remediar esto, en muchos casos hay que darle de baja al papelito perdido y emitir uno nuevo. Pero simultáneamente hay que dar cuenta de ello a la Sunat, para no duplicar un documento por una misma transacción. Tiene sentido contable y tributario. 

Lo que tendría que explicar la inteligencia artificial es qué valor aporta acompañar esta comunicación a la Sunat con una previa denuncia policial por pérdida o robo de documento. 

Este trámite significa, primero, ir al Banco de la Nación a pagar S/7 por concepto de tasa. Luego sentarse delante de un uniformado, que podría estar en la calle buscando a los cómplices del ‘Cojo Mame’, para identificarse y explicarle que la factura número tal se ha perdido y no sabemos cómo. Todo lo cual queda asentado en un acta, que imprime y firma el suboficial a cargo y rubrica y sella también el comandante comisario de la susodicha delegación. 

¿Esto significa que a renglón seguido los efectivos policiales montarán una operación rastrillo para buscar en Lima la bendita factura? No. Esto significa que ha cumplido usted con un ritual de pérdida de tiempo, suyo y del personal policial, para poder informarle a la Sunat que se extravió ese documento. 

Vamos a lo metafísico. Si usted puede comunicarle a la Sunat directamente que esa factura se ha perdido y que le está dando de baja, ¿cuál es la razón, el sentido, el valor agregado que puede aportar hacer una declaración similar en una dependencia policial? 

“Para que quede constancia”, dirá alguno. Pero la constancia de esa pérdida ya la está comunicando usted a la Sunat, que es lo único que interesa. Por esta misma razón, hoy en día no se exige denuncia policial si usted pierde el brevete o el DNI, pues en el acto mismo de solicitar su duplicado ya está implícito que perdió o le robaron el original. 

Para hacer más absurdo el asunto, muchas comisarías interpretan a su antojo la disposición del Decreto Legislativo 1246 que estableció que la primera copia de una denuncia policial es gratis. Creen que se trata de la copia de la primera denuncia, que es distinto. Lo ven llegar y le dicen: “Oiga, usted ya denunció otra pérdida de documentos el mes pasado; ahora sí le toca pagar su tasa”. ¿No es fino? 

La propuesta que aquí se cae de madura, en consecuencia, es pedirle a la Sunat que disponga que no se requiere denuncia policial en los casos de pérdida o robo de guías, facturas, libros contables y demás documentos de naturaleza tributaria. Con eso nos dejará tiempo libre para actualizar más frecuentemente nuestras páginas de Facebook, Twitter e Instagram.

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