(Foto: Archivo El Comercio)
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Marco Sifuentes

La historia de esta semana tiene cinco personajes. Dos de ellos se encontraron a las 9 de la noche del último martes, 20 de febrero, en un privado del restaurante barranquino Amoramar: Idel “qué ministra tan hermosa” Vexler y César “plata como cancha” Acuña. El ampay, publicado por Utero.Pe, provoca suspicacias por muchos motivos, pero sobre todo por el contexto en el que ocurre: el descabezamiento de la Sunedu, la superintendencia encargada de velar por la calidad de la educación superior.

No es la primera vez que Vexler y Acuña unen sus fuerzas. En el 2015, el actual ministro de Educación publicó “Militancia educativa”, un libro en el que abiertamente propone debilitar a la Sunedu para “no poner en riesgo la autonomía universitaria”. El libro fue publicado por uno de los negocios del señor Acuña: la UCV, la universidad que expolia el nombre de César Vallejo.

Un tercer personaje los acompañaba: Heraclio Campana, vicerrector académico de la UCV y, como tal, responsable de su licenciamiento ante la Sunedu. Campana fue Secretario General del Conafu, el ahora extinto Consejo Nacional para la Autorización de Funcionamiento de Universidades, el responsable de la existencia de todas esas universidades de medio pelo que la Sunedu estuvo fiscalizando hasta hace muy poco.

La cumbre en Amoramar se llevó a cabo cuando se cumplía una semana del nombramiento de Flor Luna Victoria como nueva jefa de la Sunedu. PPK podría haber prorrogado la eficiente gestión de la antigua superintendenta, pero prefirió remplazarla por una candidata suya al Congreso y aportante de su campaña electoral. Luna Victoria, además, fue vicerrectora administrativa de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) cuando allí mandaba el personaje final de nuestra historia.

Orlando Velásquez Benites fue el último presidente de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR), antes de que esta desapareciera como producto de la reforma universitaria. Por cierto, la Conafu donde trabajó Campana era un brazo de la ANR. 

Velásquez Benites fue uno de los principales activistas contra la reforma cuando Luna Victoria era su segunda en la UNT. Y él también tiene motivos para celebrar: el miércoles fue nombrado presidente del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), el organismo con la capacidad de elegir o destituir jueces y fiscales en todo el país. En el 2015, cuando fue elegido miembro del CNM, este Diario reveló que tenía más de 20 investigaciones fiscales por delito de asociación ilícita, tráfico de influencias y hasta hurto. 

Acuña, Campana, Luna Victoria y Velásquez tienen en común varias cosas, entre ellas que trabajan o han trabajado en el sector educativo de Trujillo y que les fue muy bien con la ANR. 

¿Es casualidad que esto ocurra cuando se vienen más pedidos de vacancia contra PPK y se necesitan los votos de la bancada de la raza distinta? La aún precaria reforma universitaria es uno de los poquísimos avances que ha tenido el país en los últimos años. Pero Kuczynski estaría dispuesto a sacrificar a la juventud peruana con tal de salvar su pellejo. Y así pretende llegar al 2021.