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Huancavelica
Junior Meza

La mañana del 30 de octubre de 1983, un grupo de Sinchis (integrantes de la ex Guardia Republicana) irrumpió en el centro poblado Buenos Aires Parco Chacapunco del distrito de Anchonga, en la provincia de Angaraes (Huancavelica). Luego de acusar a cuatro jóvenes de colaborar con Sendero Luminoso, los llevó a la plaza principal de ese sector y ahí los ejecutó. 

Un año antes, los mismos uniformados, según acusaron los vecinos del centro poblado, habían acabado con la vida de María Buendía Quispe, de 16 años, y de Dominga Laura Soto, de 19. 

Los disparos que acabaron con la vida de esas seis personas marcaron para siempre a todo el pueblo.

Tuvieron que pasar 36 años para que los restos de Juan Taipe Vargas, Paulino Unocc Quispe, Dionisio Benito Unocc, Lorenzo Núñez Espesa así como los de Dominga y María fueran entregados a sus familiares por autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos a través de la Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas durante la violencia entre 1980-2000. 

Comuneros, familiares e integrantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la Mesa Técnica de Acompañamiento Psicosocial de Lircay participaron de la misa ofrecida en memoria de los fallecidos y posteriormente de la sepultura. De esta forma, las seis víctimas fueron reconocidas por el Estado. 

Mauro Pumahuacra Espinosa, integrante del Equipo Forense Especializado (EFE) del Ministerio Público, contó que los cuatro varones presentaban orificios de bala en la cabeza y la dos jóvenes, en el tórax.

Hilario Unocc Quispe, hermano de Paulino Unocc, acusó a los Sinchis de haber actuado sin piedad y de haber acusado a cualquier persona de colaborar con Sendero Luminoso.

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