(Foto: archivo)
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Lourdes Fernández Calvo

El Poder Judicial sentenció –en una misma semana– a cinco personas por el delito de trata de personas en Madre de Dios. Además de las condenas que recibieron por la comisión de este ilícito, lo particular en este caso es que todas las sentenciadas son mujeres.

A Rosmery Pumainca Gallegos, Alejandrina Gallegos Torres, Arely Quispe Quenta, Soledad Quispe Quenta y Victoria Mercedes Peña Morocho se les impuso penas de entre 8 y 12 años de prisión por ser las propietarias y administradoras de bares donde varias adolescentes eran explotadas.

—Rescate de menores—

De las cinco sentenciadas, cuatro de ellas fueron capturadas el año pasado y una en el 2016.

El titular de la Fiscalía Especializada en Delitos de Trata de Personas de Madre de Dios, Luis Alberto Sánchez, explicó que en los bares La Casa Rosada, Rompecorazones y Papilón –administrados por Pumainca Gallegos, Gallegos Torres y las hermanas Quispe Quenta– se rescató a cuatro menores de edad durante el 2017.

Estos locales estaban ubicados en el centro poblado Guacamayo Pacal, a cuatro horas en bote desde la localidad de Boca Colorado. “La operación fue ejecutada a pedido de la población, que se había organizado para ingresar a los bares porque conocían que allí se realizaba la explotación de las menores”, indicó el fiscal.

Los bares estaban construidos con material de plástico y palos. “Todo era precario. Incluso hallamos a una de las menores [adolescentes de entre 16 y 17 años] con un cliente en un hospedaje cercano”, indicó Sánchez. Ellas habían sido captadas en Puno y Cusco.

Asimismo, en el proceso iniciado en el 2016 contra Peña Morocho, se rescató a una adolescente de 17 años en un bar en Puerto Maldonado. Por ello, además de dictársele una pena de 12 años de cárcel, se le impuso una reparación civil de S/10 mil. En el caso de Pumainca Gallegos y Gallegos Torres, la reparación civil dictada por el juez ascendió a S/18 mil.

—Presencia de mujeres—

En publicaciones recientes, El Comercio ha dado a conocer la importancia que ha cobrado la presencia de las mujeres en estas organizaciones criminales en los últimos años. Una realidad que es cada vez menos ajena entre las redes de mafias de trata de personas.

Según reveló el estudio “La trata de personas en el Perú. Criminología de actores y perfiles penitenciarios”, elaborado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Minjus) y la ONG CHS Alternativo, el 40,1% de las personas encarceladas por el delito de trata durante el 2017 eran mujeres.

De acuerdo a la citada investigación, la mayoría de las acusadas confesó haber sido víctima de violencia familiar o sexual cuando eran niñas o adolescentes. Incluso, la mitad de ellas aseguró haber trabajado en bares o discotecas bajo regímenes de explotación.

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