El contralor Edgar Alarcón presentó un informe negativo a la adenda del contrato de Chinchero, en Cusco. (El Comercio)
El contralor Edgar Alarcón presentó un informe negativo a la adenda del contrato de Chinchero, en Cusco. (El Comercio)
Redacción EC

Edgar Alarcón fue primero empoderado, luego mecido, más tarde presionado y, para remate, amenazado de muerte por fuente anónima. Pero hizo lo que la oposición quería y el Gobierno temía: declarar lesiva la adenda de Chinchero y, de yapa, pidió encausar penalmente a 11 funcionarios, jalándole las piernas largas hasta a Martín Vizcarra. Quien fuera por largo tiempo discreto funcionario de la contraloría empezó a podar.