MDN
Encuesta Ipsos Perú

De corroborarse las cifras del conteo rápido, , candidato de Acción Popular, habrá ganado la Alcaldía de Lima con el respaldo de un tercio de la población de la capital, aunque por debajo del promedio (43%) de respaldo de sus antecesores en el cargo desde 1980, cuando un candidato del mismo partido, Eduardo Orrego, llegó al sillón municipal. Sin embargo, un hecho que vuelve peculiar la elección de Muñoz es que en las dos últimas semanas triplicó su intención de voto. Los factores para entender su crecida empiezan con el debate electoral. Este se organizó en dos bloques y Muñoz salió sorteado para el primero, el domingo 23 de setiembre.

“En este último tramo se da un cruce de coordinación entre los indecisos que encuentran su candidato y el voto por el menos malo. Ahí encaja muy bien. Tuvo suerte de estar en el primer debate, fue el más articulado con una propuesta que representa la idea de técnico con honestidad. Tiene atributos que valoran los votantes de Alberto Andrade”, explica el politólogo Eduardo Dargent tras señalar que la suerte de Muñoz radicó, por ejemplo, en que en su bloque no le haya tocado un candidato de perfil similar al de Manuel Velarde.

El director de Ipsos Perú, Alfredo Torres, explica que Jorge Muñoz empezó abajo en las encuestas porque era poco conocido, pero que tenía los mejores elementos para crecer. “Dejaba la Alcaldía de Miraflores con una alta aprobación, entre 60% y 70%. Tenía una larga trayectoria municipal, y finalmente tuvo un gran desempeño en el debate y buen trabajo en redes sociales”, precisa Torres.

Muñoz dejó el municipio miraflorino tras 19 años de gestión, luego de tres períodos como regidor y dos como alcalde.

Torres agrega que el perfil de Muñoz y su campaña en redes sociales llamaron la atención de los indecisos. “Los aspectos de su personalidad que han gustado mucho a la juventud, la más activa en redes, son la sencillez y transparencia. Esto ha hecho que jóvenes y mujeres hayan votado más por él”, dice.

Dargent coincide en que el tema de las redes sociales fue un factor adicional. “Había un sector amplio de personas en Lima, un poco más informadas en política que no tenían candidato claro, y jóvenes con interés programático por la ciudad, al mismo tiempo despolitizados y sin ningún candidato, y donde influyó la participación en redes sociales”, afirma.

—Errores ajenos—
Los que empezaron primeros en las encuestas, Renzo Reggiardo y Daniel Urresti, fueron cayendo por sus propios errores, coinciden Dargent y Torres. Esto también favoreció a Jorge Muñoz.

“Sus contendores repetían perfiles similares. Urresti y Reggiardo tenían vínculos más cercanos con la gente, centrados en la seguridad. Había un gran sector indeciso que iba a buscar un candidato con una propuesta más programática como la de Muñoz”, sostiene Dargent.

Torres complementa enumerando otros errores de los contendores de Muñoz: “Cuando Belmont empieza a hablar, el elector se da cuenta de que no tiene contenido, que es de mal carácter, y eso genera mucho rechazo. Reggiardo comete el error de mantener un perfil bajo, de no ir al debate. Y a Urresti, conforme fue conociéndose su historia de fallos judiciales, alguna gente fue retirándole su apoyo”.

En el caso de Urresti, Torres añade como un problema las denuncias sobre la inscripción del partido político con el que postuló y contra el fundador de esa organización, José Luna.

—¿Y el partido?—
Torres y Dargent también coinciden en señalar que el logo de la lampa fue un factor en la victoria de Muñoz, aunque no fue determinante.
“Algo le sumó el logo, por ser un partido que no estaba vinculado con actos de corrupción, pero hemos detectado gente que aún pensaba que estaba con Somos Perú. Algunos de los votos que tiene Somos Perú eran para Jorge Muñoz”, explica Torres.

Para Dargent, Muñoz repite el perfil de electores que tuvo Acción Popular con Alfredo Barnechea en las elecciones presidenciales del 2016. “A Barnechea le fue bien con la clase media limeña. Acción Popular es un partido que representa a la clase media limeña. Eso le dio un primer empujoncito, pero no va más allá”, sostiene el también profesor e investigador del Departamento de Ciencias Sociales de la PUCP.

Dargent argumenta que victorias como la de Jorge Muñoz nos hacen pensar que siempre se puede articular y derrotar las propuestas populistas, algo que ya pasó en las presidenciales del 2016. Por ello no hay que perder de vista los factores para el análisis de la victoria.