Gas Natural: el combustible que mueve a las industrias

ESPACIO LIMA2034

Cuando Cálidda comenzó a distribuir el Gas Natural de Camisea en Lima y el Callao, a mediados del 2004, sus primeros seis clientes fueron empresas industriales. Todo partió de la planificación. Cálidda construyó su infraestructura de tuberías para llegar a estas empresas y, a su vez, estas habían invertido en acondicionar sus fábricas para recibir el nuevo combustible. Estas seis industrias visionarias que confiaron en el Gas Natural fueron Alicorp, Cerámica San Lorenzo, Celima, Corporación Cerámica, Sudamericana de Fibras y Vidrios Industriales (hoy Owen Illinois Perú). Por su alto consumo de calor durante sus procesos producción, proyectaban que el uso del Gas Natural iba a reducir notoriamente sus costos.

El gerente de producción de Cerámica San Lorenzo, Manuel Gómez Burgos, dice que sin Gas Natural hubiera sido muy complicado, por un tema de costos, que una industria como la cerámica tuviera posibilidad de competir en el exterior. San Lorenzo exporta hoy el 30% de su producción a Chile, Ecuador y Estados Unidos. Antes del Gas Natural, la empresa usaba Gas Licuado de Petróleo (GLP) que era transportado diariamente a su planta de Lurín por camiones cisternas. Con el cambio de matriz energética, el Gas Natural que comenzó a llegar por tuberías costaba la tercera parte del GLP. El ahorro era notable y se mantiene así.

Para aprovechar el boom en la construcción de viviendas, la planta de San Lorenzo tuvo dos ampliaciones en los años 2006 y 2012, y sigue teniendo costos competitivos para exportar gracias al Gas Natural, ya que su precio es estable frente a otros combustibles muy variables. La generación de calor en San Lorenzo no puede detenerse en dos fases fundamentales de su producción: secado y cocción. Es en estas etapas automatizadas que la arcilla se transforma en una baldosa resistente al entrar a hornos a más de mil grados centígrados. Cada día la empresa tiene la capacidad de producir 70 mil m2 de cerámicos para piso y pared.

Hoy, Cálidda distribuye Gas Natural en Lima y Callao a más de 620 clientes industriales —en una cartera muy diversificada— y en los últimos dos años ha conectado a cerca de 50 nuevos clientes. En este último periodo, y en la mayoría de casos, ha sido la misma Cálidda la que ha brindado el servicio de conversión de las maquinarias y de adaptación de las plantas, con el fin de reducir el tiempo para que queden plenamente operativas.

Pero además de cambiar el combustible que hace funcionar sus fábricas, tener un impacto en los costos de su negocio e impulsar sus posibilidades de exportar, cada uno de estos clientes industriales se ha sumado a la protección del medio ambiente al elegir una fuente de energía más limpia que las derivadas del petróleo. Además, contar con Gas Natural aumenta la seguridad en planta ya que al ser más ligero que el aire, se disipa sin mayores problemas.

Según un estudio elaborado para Cálidda en el 2017, la gente tiene la percepción de que las industrias en el Perú son las que más contaminan. Sin embargo, del 2005 al 2015 las industrias que usan Gas Natural han dejado de producir más de 4 millones y medio de toneladas de gases contaminantes. “Tenemos un compromiso ambiental y por eso estamos certificados en ISO 14001. Con el Gas Natural los impactos que podríamos generar son menores en emisión de CO2”, dice Manuel Gómez Burgos, gerente de producción de San Lorenzo.

Si el sector industrial requiere ser más competente en sus procesos, y a la vez demostrar su responsabilidad con el medio ambiente entre sus grupos de interés, el Gas Natural es una de las herramientas más efectivas para lograrlo. Está claro que hoy las industrias pueden ser más competitivas —no solo en el mercado local sino a nivel regional— por usar combustibles de costo más bajo, limpios y eficientes.