(Foto referencial: Pixabay)
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Redacción EC

Uno de los mayores misterios que los astrónomos han intentado resolver en el último tiempo tiene relación con las cualidades que le dan a la Tierra ser el único planeta habitado del que se tenga conocimiento, precisamente por la cantidad de agua que existe en su superficie. Ahora, un equipo de científicos cree que tuvo mucho que ver en este proceso.

Los primeros años en la formación del Sistema Solar es un tópico que los investigadores llevan años estudiando, un proceso que le ha dado al gigante gaseoso un rol muy importante en la construcción de los planetas, principalmente los más pequeños. En nuestro sistema, en torno al Sol, se encuentra Mercurio, Venus, la Tierra y Marte, luego de esto viene un cinturón de asteroides y después comienzan los enormes Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

La teoría que ha sido postulada por un equipo de científicos liderados por Sean Raymond, astrónomo de la Universidad de Bordeaux, en Francia, estipula que durante la formación de los primeros cuatro planetas -los rocosos y que se encuentran en la zona de habitabilidad- la gravedad que generaba Júpiter en torno al Sol causó no sólo una barrera de protección para los más pequeños, sino también un "bombardeo" de asteroides que podrían haber traído materiales importantes.

Entre ellos, el más fundamental para la vida como se le conoce: El agua. De acuerdo a la investigación publicada en la revista Icarus, este efecto sería el responsable de una de las mayores interrogantes en la búsqueda de vida en el cosmos: ¿Por qué la Tierra tiene agua y el resto de los planetas no? La respuesta estaría en estas rocas -con hielo congelado- que colisionaron con nuestro planeta durante su formación.

Así, gracias a la cercanía que tenemos con el Sol, este hielo se habría derretido, generando suficiente agua para poblar los océanos existentes en nuestra superficie y que fueron fundamentales para la creación y evolución de la vida.

Fuente: Emol - GDA

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