En su primera foto, el nuevo visitante interestelar muestra su cola de cometa. Las imágenes rojas y azules corresponden a estrellas de fondo que aparecen distorsionadas por el movimiento del cometa. (GEMINI OBSERVATORY/NSF/AURA)
En su primera foto, el nuevo visitante interestelar muestra su cola de cometa. Las imágenes rojas y azules corresponden a estrellas de fondo que aparecen distorsionadas por el movimiento del cometa. (GEMINI OBSERVATORY/NSF/AURA)
BBC News Mundo

Fue descubierto por un astrónomo amateur y desde entonces tiene entusiasmados a los astrónomos.

El objeto, según observaciones preliminares, es el primer cometa que nos visita desde fuera del Sistema Solar.

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El cometa ha sido llamado C/2019 Q4 (Borisov), en reconocimiento a Gennady Borisov, el astrónomo que lo detectó el 30 de agosto en un observatorio en Crimea.

La detección del objeto fue confirmada por el Centro de Planetas Menores en la Universidad de Harvard (MPC, por sus siglas en inglés), que confirmó su trayectoria y señaló que esa órbita indicaría inicialmente que se trata de un visitante interestelar.

Este cometa sería el segundo visitante interestelar descubierto después de 1I/'Oumuamua, pero es el primero que es indiscutiblemente un cometa.

Oumuamua medía 170 metros, pero el cometa C-2019 Q4 (Borisov) tiene entre 2 y 16 km de diámetro, según observaciones iniciales.

"A diferencia de Oumuamua, cuya naturaleza, asteroide o cometa, aún se debate, este objeto es definitivamente un cometa", señaló en un tuit el astrofísico Karl Battams.

Si se confirma la conclusión preliminar sobre el origen interestelar del nuevo objeto, el nombre del cometa se ajustará para que comience con 2I, lo que indicará que se trata del segundo objeto descubierto que proviene de fuera del Sistema Solar.

Otros institutos tienen certeza sobre la procedencia del cometa. El Instituto de Astrofísica de Canarias, que realizó el primer espectro del cometa, aseguró a BBC Mundo no tener dudas de que se trata de un visitante de otro sistema estelar.

Cometas y asteroides

"A Oumuamua se le pudo observar tan poco y lo descubrimos tan débil que las imágenes no descartan que pueda haber algo de actividad cometaria", explicó a BBC Mundo Julia de León, investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias y una de las científicas que realizó el primer espectro del nuevo cometa.

"El 80% de las imágenes de Oumuamua no muestran una actividad cometaria pero siempre tienes un margen de error, podría ser tan leve que no la captamos, pero estamos casi seguros que es un asteroide".

Los asteroides y los cometas son dos objetos espaciales diferentes.

Los asteroides están compuestos de roca y metal. Los cometas, en cambio, están compuestos de hielo y polvo.

"Los cometas son 'bolas de nieve sucia', como los definiera Fred Whipple en 1950, que se han formado en la parte externa del disco planetario, allí donde el agua está congelada debido a las bajas temperaturas reinantes", explican desde el Instituto de Astrofísica de Canarias.

"Son restos de los materiales que dieron lugar a los planetas gigantes y que nunca llegaron a incorporarse a dichos planetas".

El cometa "es una bendición"

Una de las características del cometa C/2019 Q4 (Borisov) que más entusiasma a los astrónomos es que será posible estudiarlo durante al menos un año y solo llegará al perihelio, el punto más cercano de acercamiento al Sol, en torno al 8 de diciembre.

"La llegada del cometa es muy importante porque a Oumuamua lo pillamos, lo cazamos cuando estaba escapando del Sistema Solar y lo observamos cuando ya era muy débil. Esto hizo que los resultados no fueran muy concluyentes y nos dejara más dudas que respuestas", señaló De León.

Oumuamua, que fue detectado en 2017, fue el primer visitante interestelar. (Ilustración: European Southern Observatory / M. Kornmesser)
Oumuamua, que fue detectado en 2017, fue el primer visitante interestelar. (Ilustración: European Southern Observatory / M. Kornmesser)

"En este caso es una bendición, el cometa va estar muchísimo tiempo porque está llegando al Sistema Solar y encima es diferente que Oumuamua, es un cometa".

Los cometas, según explicó la astrónoma, son portadores de compuestos orgánicos, de hielo de agua y de otras sustancias como metano que se espera que puedan ser observadas en gran detalle.

"El cometa nos va a permitir unos estudios muy completos durante mucho tiempo y eso a nosotros nos encanta".

Primera fotografía

El cometa acaba de ser fotografiado por primera vez por astrónomos del Observatorio Gemini en Maunakea, Hawái.

La imagen, que se ve al comienzo de esta nota, se obtuvo en la noche del 9 al 10 de septiembre y muestra una cola pronunciada, indicativa de desgasificación, que es característica de un cometa.

Cuando la órbita de un cometa lo trae al Sistema Solar interno, parte del hielo y del gas del cometa son calentados por el Sol y se expanden para formar una nube alrededor del centro sólido, o núcleo, según explica la NASA.

Si bien el núcleo puede tener solo unos pocos kilómetros de diámetro, la nube, denominada coma, puede tener miles de kilómetros de diámetro.

Entonces, a medida que la fuerza de la luz del Sol y otras radiaciones empujan el material de la coma, soplan el material para formar una cola que puede tener millones de kilómetros de largo.

Esta presión de radiación es la razón por la cual la cola de polvo y gas siempre apunta lejos del Sol, incluso cuando el cometa está viajando alejándose del mismo.

Órbita hiperbólica

La órbita del cometa C/2019 Q4 (Borisov) sugiere que el objeto se originó fuera del Sistema Solar.

El cometa parece tener una órbita hiperbólica.

Los cometas, a diferencia de los asteroides, están compuestos de hielo y polvo. Su cola de polvo y gas siempre apunta lejos del Sol.(GEMINI OBSERVATORY/NSF/AURA)
Los cometas, a diferencia de los asteroides, están compuestos de hielo y polvo. Su cola de polvo y gas siempre apunta lejos del Sol.(GEMINI OBSERVATORY/NSF/AURA)

Cuando una órbita dibuja un círculo perfecto tiene una excentricidad de 0.

Las órbitas elípticas de los planetas se desvían de un círculo con valores de excentricidad que van del 0 al 1.

Las órbitas hiperbólicas no se cierran y tienen una excentricidad superior a 1. Las velocidades a lo largo de la órbita hiperbólica son mayores que la necesaria para escapar a la influencia gravitacional de otro objeto central en cuestión.

Esta órbita describe dos objetos que pasan cerca sin que ninguno sea capturado por el otro.

La órbita hiperbólica del cometa descubierto por Borisov tiene una excentridad de 3,2.

Estudio pionero en Canarias

Una de las grandes preguntas que buscan responder los científicos es si la composición del visitante interestelar es similar o diferente a la de los cometas de nuestro Sistema Solar.

Eso es precisamente lo que se plantearon dilucidar científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias.

En la madrugada del 13 de septiembre, los astrónomos Julia de León, Miquel Serra-Ricart y Javier Licandro, junto a otros investigadores, utilizaron el instrumento OSIRIS en el Gran Telescopio Canarias (GTC), de 10,4 m de diámetro, instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma.

Este dibujo de la órbita hiperbólica del cometa Borisov (la esfera amarilla en la imagen) fue divulgado por el Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés).
Este dibujo de la órbita hiperbólica del cometa Borisov (la esfera amarilla en la imagen) fue divulgado por el Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés).

La observación fue todo un desafío técnico, según explicó a BBC Mundo De León.

"Ha sido técnicamente muy complicado porque ahora mismo este objeto solo se ve al amanecer y muy bajito en elevación, apenas 20, 25 grados, que es muy, muy cerca del horizonte. Y es un desafío mecánico orientar un telescopio de 10 metros como el GTC".

El espectro obtenido indica que el cometa "es del mismo tipo que el que muestran los cometas de nuestro Sistema Solar, lo que claramente indica que tiene una composición similar", afirmó De León.

Pero la astrónoma aclaró que estos resultados son apenas el comienzo, ya que lo que se obtuvo fue un espectro de reflexión.

"Las superficies planetarias, los asteroides, no emiten luz, ellos reflejan la luz del Sol en su superficie. Es lo que llamamos un espectro de reflexión", explicó la investigadora a BBC Mundo.

"Es lo que yo he obtenido, yo he agarrado la luz que está llegando del Sol, que está rebotando en la superficie de ese cometa y me está llegando a mi telescopio".

Pero el problema es que en ese rango óptico no hay muchas características distintivas.

"Necesitamos irnos hacia el infrarrojo, hacia otras longitudes de onda, y esto se hará sin duda, o hacia el ultravioleta, que es el siguiente paso que tengo en mente, para observar el cometa a longitudes de onda mas cortas, hacia el azul".

De León explicó que los astrónomos esperarán para ese tipo de estudios a que el cometa esté más cerca y más brillante.

"Y ahí, lo que queremos, en vez de observar la luz reflejada, es observar los gases, esos compuestos que se están evaporando por aproximarse al Sol y que emiten luz".

"Y si tú puedes obtener lo que llamamos un espectro de emisión y puedes identificar líneas de emisión que te dicen qué compuestos están evaporándose, qué gases como carbono, oxígeno, amoníaco".

¿Y qué sucedería si ese análisis del espectro de los gases indicara una composición diferente a la de los cometas de nuestro Sistema Solar?

"Ahí sería un bombazo, indicaría cuáles son los materiales en los discos protoplanetarios de otras estrellas, en otros sistemas solares".

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