(Foto: AFP)
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Redacción EC

EE.UU., primer contribuyente en la lucha contra el sida, debe seguir comprometido financieramente, pidieron el domingo los organizadores de la IX edición de la Conferencia de Investigación sobre el VIH, que se llevará a cabo hasta el miércoles 26 en París.

"Los estadounidenses representan una financiación esencial en este campo y necesitamos que sigan comprometidos", declaró a la prensa Linda-Gail Bekker, investigadora del centro Desmond Tutu sobre el sida en Sudáfrica y presidenta de la Sociedad internacional del Sida.

En caso contrario, ello provocará más muertes y un aumento de los contagios, advirtió.

La participantes de estas conferencia internacional publicaron una Declaración de París, en la cual expresan sus temores.

"No habrá final del VIH sin investigación, y no habrá investigación sin inversiones duraderas", proclamó el texto.

EE.UU. ha sido históricamente el país que más ha gastado en la lucha contra el sida, con unas sumas equivalentes a más de dos tercios de las inversiones gubernamentales internacionales.

El año pasado, el país norteamericano dedicó 4.900 millones de dólares a programas de lucha contra la enfermedad, muy por delante de Reino Unido (645,6 millones) y Francia (242,4 millones).

Pero el presidente Donald Trump propone reducir esos gastos en más de 1.000 millones de dólares en el presupuesto del 2018, que se está debatiendo en el congreso estadounidense, según cálculos de la ONG Health Gap.

-Mazazo-

Hay que "reducir la financiación de varios programas sanitarios, incluidos algunos que conciernen el sida, teniendo en cuenta que otros donantes deberían aumentar su contribución", escribió Trump en mayo en un proyecto de presupuesto.

Si el congreso los adopta, esos recortes privarán a 830.000 pacientes, principalmente africanos, de antirretrovirales, medicamentos que impiden el desarrollo del virus, señala la Kaiser Family Foundation, una ONG estadounidense especializada en políticas de salud. Esa decisión provocará, además 200.000 nuevas infecciones, según la misma fuente.

El proyecto de Trump prevé una reducción del 17% de la inversión estadounidense en el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria (GFATM), que será de 1.130 millones de dólares, 222 millones menos que en el 2017.

"EE.UU. representa cerca de un tercio de la financiación total del GFATM, así que una bajada del 17% de su contribución sería un verdadero mazazo", teme Alix Zuinghedau, de Coalition Plus, un grupo de asociaciones de lucha contra el sida.

- Avances -

Los planes de Trump también dejan otra incógnita: el presupuesto dedicado al Pepfar, el programa iniciado en el 2003 por George W. Bush, que permite que más de 12 millones de pacientes tengan acceso a tratamientos antirretrovirales.

"No hablamos de un simple riesgo de ralentización de la lucha contra el sida: esos recortes presupuestarios podrían causar un verdadero retroceso respecto a los avances que habíamos logrado", insiste Bekker, que considera ese escenario como "una tragedia".

Esos avances han sido importantes en los últimos años. El VIH cobró un millón de vidas en el 2016, casi la mitad menos que en el 2005, anunció el jueves Onusida, programa de coordinación de la ONU.

El año pasado, 36,7 millones de personas vivían con el VIH, y más de la mitad (19,5 millones) tenía acceso a tratamientos.

En el 2016, donantes públicos y privados juntaron 19.100 millones de dólares para la lucha contra la enfermedad. Serían necesarios 26.200 millones para alcanzar en el 2020 el objetivo fijado por la ONU: que el 90% de las personas con VIH conozcan su condición, que el 90% de las personas diagnosticadas con el virus accedan a un tratamiento, y que el 90% de las personas que reciban terapia tengan supresión viral.

"Maximizamos el uso de cada dólar disponible, pero nos siguen faltando 7.000 millones", dijo el jueves Michel Sidibé, director ejecutivo de Onusida.

Fuente: AFP

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