En la Asociación Panamericana de Oftalmología buscan ayudar a los estudiantes de medicina a que tengan un conocimiento base y que puedan tratar emergencias de oftalmología, en caso que no cuenten con la compañía de un oftalmólogo: (Foto: AFP)
En la Asociación Panamericana de Oftalmología buscan ayudar a los estudiantes de medicina a que tengan un conocimiento base y que puedan tratar emergencias de oftalmología, en caso que no cuenten con la compañía de un oftalmólogo: (Foto: AFP)
Redacción EC


-¿Cuál es el estado de la visión de los latinoamericanos?
Nosotros hicimos una reunión de las Américas donde reunimos a los presidentes de las Sociedades Nacionales asociadas a la Asociación Panamericana de Oftalmología, y tuvimos la oportunidad de escuchar sobre los problemas. Los son muchos: catarata, glaucoma, retinopatía diabética son quizás, después de los defectos refractivos (miopía, astigmatismo, hipermetropía, etc.), los más importantes.


-¿Qué problemas se discutieron en esa reunión?
Se discutieron muchos problemas, no solo las enfermedades, sino también la importancia de entrenar correctamente a nuestros oftalmólogos para que puedan tratar este tipo de enfermedades. Se realizó un análisis para detectar cómo desde la Panamericana podemos ayudar a las universidades para que el entrenamiento de los residentes esté certificado y estandarizado, es decir que se deban cumplir con unos requisitos mínimos de enseñanza y que puedan ser comparables con los residentes que se preparan en cualquier parte del mundo. 


-¿Aún no hay la capacitación adecuada?
El objetivo es que los residentes latinoamericanos sean comparables con EE.UU., Europa y el resto del mundo y que hagan su trabajo de la mejor manera. Sobre esto estamos trabajando con las universidades para preparar un currículum de requisitos mínimos, junto a los profesores de las Américas y se determina cuáles son las cosas mínimas que el residente debe saber para graduarse de oftalmólogo.
También queremos ayudar a los estudiantes de medicina a que tengan un conocimiento base y que puedan tratar emergencias de oftalmología, en caso que no cuenten con la compañía de un oftalmólogo. Lo importante no solo es la prevención de la ceguera con el tratamiento de las enfermedades y defectos refractivos, que también es misión de la Panamericana, sino es que también queremos preparar a la gente que va a tratar esas enfermedades y defectos refractivos, ya que la educación es la manera que vamos a prevenir la ceguera en Latinoamérica.
La idea es que a su vez se estandarice el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, hasta el punto de los tratamientos quirúrgicos, porque los requisitos mínimos incluyen un número mínimo de cirugías de láser, de inyecciones intravítreas (muy utilizada últimamente en los tratamientos de retina), entre otras, entonces el residente debe salir con un número mínimo de procedimientos realizados para que sea efectivo y pueda tratar sus pacientes de una manera correcta.


-¿Hay alguna enfermedad que se haya hecho o que siga siendo la más común en la región?
Enfermedades como catarata, glaucoma, errores refractivos y retinopatía diabética, siempre han sido problemas de salud pública. Sin embargo, la retinopatía diabética es un problema que va creciendo, mientras que la catarata está mejorando, en el sentido que hay mayor acceso a la cirugía de catarata, gracias a los programas de la Asociación Panamericana de Oftalmología y otras instituciones.
Por su parte para el glaucoma se está haciendo un mayor tamizaje, se descubre y se trata con gotas a menos que esté muy avanzado y necesite cirugía. Pero en el caso de la retinopatía diabética el problema es que la cantidad de diabéticos aumenta continuamente y esto es un problema grave de salud pública.
La cifra que manejamos es que para el 2015 había más de 415 millones de diabéticos en el mundo, pero sabemos que son mucho más ahora; y más de 30 millones en América Latina, incluyendo Sur América y Centro América y los tratamientos que son necesarios para estos pacientes son costosos.
Para combatir esto es importante lograr la evaluación precoz de los pacientes diabéticos de manera de evitar que tengan las complicaciones de la retinopatía diabética. Tenemos que tratar de hacer un diagnóstico temprano de esta enfermedad para que con el cambio de hábitos como el control de la glicemia, control de la presión arterial, el control de lípidos (sobre todo el colesterol). Si los pacientes logran hacer eso tienen mucho menos chance de desarrollar retinopatía diabética.


-¿La salud de la visión es prioridad en los países de la región?
Obviamente estamos conformados por muchos países, actualmente hay 26 sociedades nacionales afiliadas a la Panamericana, incluyendo España y Portugal, y todas son diferentes. Pero en líneas generales no existe un apoyo suficiente por parte del gobierno para la salud ocular.
No existe suficiente dinero para atender los programas de prevención de la ceguera que hacen falta. No existe suficiente dinero para la educación del médico general, del paciente, de los oftalmólogos jóvenes. Por esto pienso que aún falta mucho por hacer, la mayoría de los que trabajamos en esto siempre estamos buscando dinero donde no lo hay. Buscamos gente que pueda donar dinero, personas que tengan los medios y que se encuentren sensibilizados por algún motivo con algunas de las enfermedades y de esta manera se puedan llevar a cabo investigaciones y así evitar que otras pacientes pasen por lo mismo.
En general con los gobiernos tenemos muchas dificultades, unos son mejores que otros, pero ocupan un mínimo porcentaje a la salud y mucho menos a la salud ocular.


-¿Qué es lo que persigue la Asociación en ese sentido?
En reuniones como el Summit de las Américas nos sentamos con los presidentes de las Sociedades Nacionales y les hacemos recomendaciones sobre qué hacer en sus respectivos países con quién hablar. Por ejemplo, si estamos defendiendo la profesión de la oftalmología, con respecto a cosas que puedan suceder en algunos países como venir médicos de otros países y de otras áreas a operar o tener otros profesionales (no médicos) atendiendo pacientes de oftalmología, eso es lo que uno llama intrusión en la medicina y que es ilegal. Entonces enseñamos y recomendamos a los presidentes de las Sociedades Nacionales, cómo se debe manejar esa situación en cada uno de los países.
Como Panamericana, no podemos inmiscuirnos en las políticas de un país determinado, pero si podemos llegar a los senadores, congresistas y conversar sobre lo que está pasando y preguntarle si a ellos les gustaría que alguien que no tienen ningún conocimiento sobre el ojo les examine y les diga si necesita lentes o no, si la presión del ojo es normal, si tiene catarata o problemas de retina, etc.
Si se va a un óptico, lo que éste va a hacer es poner un lente sin chequear realmente cuál es la salud de su ojo. Este es un problema que se ve en toda la región, pero hay ciertos países que tienen más problemas con esto, incluyendo la optometría y hay países que lo tienen menos.
Existen países, como Estados Unidos, donde se trabaja muy de cerca con el optómetra pero en los países de Latinoamérica eso no sucede. Hay países donde no hay optometría y hay otros donde el optómetra trabaja de la mano con el especialista como en Estados Unidos, este es el caso de Colombia. Peor hay países donde estas personas, además de hacer los lentes con la fórmula del oftalmólogo, también quieren prescribir los lentes y está el problema que no hace el examen visual completo, porque no tiene la preparación y eso lleva, en muchos casos, a la ceguera. Y esto se ve con frecuencia en los países de Latinoamérica.


-¿Hay enfermedades de la vista que normalmente se presentan en adultos mayores que se estén diagnosticando en personas más jóvenes? ¿Por qué?
En realidad no. La única excepción sería los diabéticos y esto se da porque hay dos tipos de diabetes. La tipo 1 que generalmente es insulinodependiente, que da en jóvenes y a los 5 años de haber desarrollado diabetes mellitus ya puede estar en riesgo de desarrollar retinopatía diabética, que es una enfermedad que se ve generalmente en pacientes mayores (tipo 2). De resto hay jóvenes que tienen glaucoma, pero siempre ha sido así, hay glaucoma juvenil. Lo mismo pasa en la catarata, donde incluso existen casos de catarata congénita.

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