(Foto: Shutterstock)
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Redacción EC

cambió radicalmente la vida de las personas y, con el paso del tiempo, se volvió una herramienta indispensable en casi todos los hogares. Sin embargo, aunque la mayoría de notros nos conectamos a la red a diario, solemos saber muy poco sobre su funcionamiento.

Más allá del complejo sistema de comunicación basado en protocolos que hace posible que podamos ver videos, ingresar a redes sociales y conectarnos con todo el mundo, hablamos de los dispositivos esenciales para poder conectarnos a la red. Nos referimos al módem, y punto de acceso.

Estos tres aparatos suelen causar confusión, por ello, en esta nota vamos a explicar para qué sirve cada uno y cuándo te convienen usarlos.

¿Necesito un módem o un router?

Muchas personas suelen confundir las funciones de estos dos dispositivos. En realidad, ambos son necesarios para que podamos conectarnos a Internet, pero cada uno tiene una finalidad diferente.

La función de un módem es modular y desmodular una señal analógica. El proceso de modulación es el que convierte las señales digitales en analógicas, el proceso de desmodulación, por el contrario, transforma la señal analógica a digital.

El objeto de esto es poder enviar la señal y establecer una conexión mediante las líneas analógicas de telefonía. Este proceso es, básicamente, el que hace posible que Internet llegue a un hogar mediante la línea del teléfono fijo.

El módem, por lo tanto, es el que permite conectar la señal que ofrece el proveedor de Internet a la computadora u otros dispositivos digitales. Dado que la señal que proviene del proveedor es analógica y llega por cable coaxial o fibra, se requiere de un aparato capaz de transformarla en digital. Lo mismo ocurre cuando se envían datos desde los dispositivos del hogar hacia el exterior.

El router, por otro lado, es el aparato que normalmente colocan las empresas que ofrecen internet cuando se contrata su servicio. Su función es dirigir el tráfico de conexión a los dispositivos adecuados. Es decir, el modem transforma la señal y el router la dirige a su destino.

(Foto: Shutterstock)
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El router envía la señal bien por cable Ethernet o bien por Wi-Fi, gracias a la antena de la que disponen. Es, por lo tanto, el encargado de hacer que el resto de dispositivos puedan conectarse al módem y que la información de cada uno de ellos no se mezcle entre sí.

Entonces, ¿por qué la confusión? Lo que pasa es que, actualmente, las operadoras suelen instalar routers que ya incluyen en su interior un modem. Debido a esto, en los últimos años se ha popularizado el uso de la palabra router para englobar a ambos.

¿Qué es un punto de acceso?

Se trata de un dispositivo que sirve para, como su nombre lo indica, crear un punto de acceso a internet donde no lo hay. Se podría decir que es una ampliación del router, pero no es (aunque algunos lo confundan) un repetidor de internet.

Este dispositivo permite crea una especie de “segundo router” para ofrecer mejor conectividad donde el primero no llega.

El punto de acceso se conecta al router mediante un cable Ethernet que le concede la máxima velocidad posible de la red para que pueda distribuirla mediante Wi Fi. Se diferencia del repetidor en que este no se conecta por cable, simplemente coge toda la señal que pueda del router principal (menor mientras más alejado se encuentra del router) y la repite de nuevo a un área donde no hay tanta.

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