Hace un año este perro apareció en el circuito del ‘Muévete San Borja’ quién sabe cómo. Luego de una clase de baile, una señora lo vio asustado bajo un arbusto y le pasó la voz a sus amigas. En pocos días el perro ya tenía voluntarias que le llevaban agua y comida cada mañana, hasta recibió el nombre de Chalán luego de una clase de marinera.
Casi todas las señoras que se reúnen a bailar a diario frente al Pentagonito tenían qué hacer con el perro; una se encargó de ponerle antipulgas, otra le colgó una plaquita con su nombre y un número de teléfono, otra lo levó al veterinario para un chequeo general. Mientras tanto todas le buscaban familia a través de un grupo de Whats App que llamaron ‘Un hogar para Chalán’.
Un día Chalan desapareció, el Serenazgo se lo había llevado a un albergue cercano. Mónica Chirinos fue a buscarlo y le pidió a una amiga del baile que lo cuidara por unos días. Fue ahí que Chalán empezó a ver la luz hacia su nuevo hogar.
Mónica hubiese querido llevarse a Chalán a su casa desde el día 1, pero temía cómo reaccionaría su Boxer Bronco con la llegada de un nuevo perro. Pocos meses antes ella y su hija Nathaly Padilla habían rescatado a un perro en pésimas condiciones al que llamaron Pisco, pero no se pudo quedar por problemas de territorialidad con el perro de casa y terminaron llevándolo a un albergue.
Pero Mónica sentía que con Chalán sería diferente. Pese a vivir en el primer piso de un departamento chico junto a sus dos hijos y su esposo, que en ese momento no quería saber nada de un segundo perro, ella se lanzó.
“Yo estaba aterrada por la reacción que podría tener Bronco, no sabía qué hacer, y justo en ese momento llegó mi esposo a la casa. Sin hacer muchas preguntas metió a Chalán a la casa, Bronco lo vio, Julio le dijo ‘tranquilo’, Bronco puso una pata sobre Chalan y Chalán se tumbó sobre el piso. Mostró sumisión y desde ese día no se separan”, cuenta Mónica.
“No sabes cómo se quieren”, agrega Nathaly, “Se buscan todo el día, se echan juntos y juguetean cuando les toca salir. Chalán es lo máximo, mientras más lo apachurres, él es más feliz”.
La idea inicial de Mónica al llevarlo a su casa fue darle temporal para sacarlo de la calle mientras le buscaban a alguien que lo adoptara, pero el 12 de abril del 2017, ella y su esposo le dijeron a Nathaly “Chalán se queda”. Fue su regalo de cumpleaños.
“¡El mejor regalo que he recibido!”, exclama Nathaly. “No hay sensación más linda que la de haber sacado de la calle a un animalito. No solucionamos el problema general del abandono, pero le dimos hogar a un perro que sabe Dios cómo hubiera terminado”.