Mónica Chirinos y su hija Nathaly Padilla junto a Chalán (izq.) y su Boxer Bronco.
Mónica Chirinos y su hija Nathaly Padilla junto a Chalán (izq.) y su Boxer Bronco.
Andrea Carrión

Hace un año este perro apareció en el circuito del ‘Muévete San Borja’ quién sabe cómo. Luego de una clase de baile, una señora lo vio asustado bajo un arbusto y le pasó la voz a sus amigas. En pocos días el perro ya tenía voluntarias que le llevaban agua y comida cada mañana, hasta recibió el nombre de Chalán luego de una clase de marinera.

Casi todas las señoras que se reúnen a bailar a diario frente al Pentagonito tenían qué hacer con el perro; una se encargó de ponerle antipulgas, otra le colgó una plaquita con su nombre y un número de teléfono, otra lo levó al veterinario para un chequeo general. Mientras tanto todas le buscaban familia a través de un grupo de Whats App que llamaron ‘Un hogar para Chalán’.

Nathaly reconoce que hay gente que tiene miedo de meter un perro adulto y desconocidos a su casa, pero asegura que es cuestión de educarlo y amarlo para verlo tranquilo y sin miedos.
Nathaly reconoce que hay gente que tiene miedo de meter un perro adulto y desconocidos a su casa, pero asegura que es cuestión de educarlo y amarlo para verlo tranquilo y sin miedos.

Un día Chalan desapareció, el Serenazgo se lo había llevado a un albergue cercano. Mónica Chirinos fue a buscarlo y le pidió a una amiga del baile que lo cuidara por unos días. Fue ahí que Chalán empezó a ver la luz hacia su nuevo hogar.

Mónica hubiese querido llevarse a Chalán a su casa desde el día 1, pero temía cómo reaccionaría su Boxer Bronco con la llegada de un nuevo perro. Pocos meses antes ella y su hija Nathaly Padilla habían rescatado a un perro en pésimas condiciones al que llamaron Pisco, pero no se pudo quedar por problemas de territorialidad con el perro de casa y terminaron llevándolo a un albergue.

Pero Mónica sentía que con Chalán sería diferente. Pese a vivir en el primer piso de un departamento chico junto a sus dos hijos y su esposo, que en ese momento no quería saber nada de un segundo perro, ella se lanzó.

Mónica Chirinos: "Hay gente que dice 'por qué ayudar a los animales si hay hay tantos niños, ancianos necesitados'. Ellos tiene apoyo, en cambio hay miles de animales que están solos en este mundo, ni leyes tienen porque ni se cumplen".
Mónica Chirinos: "Hay gente que dice 'por qué ayudar a los animales si hay hay tantos niños, ancianos necesitados'. Ellos tiene apoyo, en cambio hay miles de animales que están solos en este mundo, ni leyes tienen porque ni se cumplen".

“Yo estaba aterrada por la reacción que podría tener Bronco, no sabía qué hacer, y justo en ese momento llegó mi esposo a la casa. Sin hacer muchas preguntas metió a Chalán a la casa, Bronco lo vio, Julio le dijo ‘tranquilo’, Bronco puso una pata sobre Chalan y Chalán se tumbó sobre el piso. Mostró sumisión y desde ese día no se separan”, cuenta Mónica.

“No sabes cómo se quieren”, agrega Nathaly, “Se buscan todo el día, se echan juntos y juguetean cuando les toca salir. Chalán es lo máximo, mientras más lo apachurres, él es más feliz”.

La idea inicial de Mónica al llevarlo a su casa fue darle temporal para sacarlo de la calle mientras le buscaban a alguien que lo adoptara, pero el 12 de abril del 2017, ella y su esposo le dijeron a Nathaly “Chalán se queda”. Fue su regalo de cumpleaños.

“¡El mejor regalo que he recibido!”, exclama Nathaly. “No hay sensación más linda que la de haber sacado de la calle a un animalito. No solucionamos el problema general del abandono, pero le dimos hogar a un perro que sabe Dios cómo hubiera terminado”.

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