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Julio Mendívil: la pluralidad de las músicas - 2
Francisco Melgar Wong

Hace algunas semanas un cantautor local usó su página de Facebook para hacer la siguiente afirmación: “Los estudiantes de música del Perú no saben de música peruana”. De inmediato, decenas de músicos, periodistas y musicólogos aparecieron para manifestarse en favor de la sentencia. Curiosamente, con el transcurrir de los minutos, algunas preguntas empezaron a surgir. Por ejemplo: ¿a qué llamamos música peruana? “Supongo que estamos hablando de música peruana tradicional”, dijo uno de los comentaristas. A lo que un musicólogo añadió: “Algunos egresados de las facultades de música en el Perú se dedican al jazz y al rock, pero no tienen conocimiento de la música del país”. De estos comentarios se desprendía algo que ya parecía implícito en la afirmación inicial: que la música peruana tiene límites, y que dentro de esos límites se encuentra la música originaria del Perú. ¿Y el jazz? ¿Y la música rock? Vamos: esa música no es realmente peruana.

En su libro más reciente, En contra de la música (Gourmet Musical Ediciones, 2016), Julio Mendívil rechaza esta —y cualquier otra— concepción reduccionista de la música peruana. Para empezar, el etnomusicólogo y docente de la Universidad de Frankfurt anota lo que parecía estar ocurriendo en el evento que describí al inicio de este artículo: que muchas veces, al hablar de música peruana, lo que realmente se quiere decir es música auténticamente peruana, y que hay gente que piensa que la música auténticamente peruana es aquella que forma parte de las tradiciones musicales que tuvieron su origen en el Perú.

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“Los discursos reluctantes a las músicas extranjeras muestran […] el tono xenófobo de quienes se autoproclaman defensores de la tradición, paladines de lo auténtico”, señala Mendívil en el libro. “Muchos de los géneros populares actuales —el vals, la salsa o la balada— lograron la peruanidad sin tener que echar mano de quenas, charangos, cajones o quijadas de burro. ¿Por qué son peruanas las canciones rock de Río o las cumbias del Grupo Maravilla, si sus estructuras musicales no se vinculan en absoluto con los repertorios surgidos en este país? La respuesta es tan sencilla que dejaría perplejo al más perspicaz de los fantasiosos: porque una comunidad peruana las hizo propias”. Es decir, si una comunidad hace propia una forma musical como, por ejemplo, el rock, podemos afirmar que se trata de música peruana.

El trasfondo conceptual sobre el que se despliega la propuesta de Mendívil se remonta a una vieja disputa filosófica: la del platonismo contra el nominalismo. Para hacer corta una larga historia diré que el platonismo defiende la existencia de esencias universales, mientras que el nominalismo sostiene que todo lo que existe es individual.


"La respuesta es tan sencilla que dejaría perplejo al más perspicaz de los fantasiosos: porque una comunidad peruana las hizo propias”. (En la foto: Freddy Ortiz "Uchpa", músico de blues y rock en quechua) (Foto: Eduardo Cavero)

Julio Mendívil es un nominalista con respecto a la música peruana. Para él, la peruanidad no es una esencia universal que todas las obras musicales peruanas comparten, sino, más bien, algo que las personas definen, renuevan y enriquecen a través de sus prácticas musicales. Según Mendívil, lo mismo ocurre con la música folclórica, con los géneros musicales y, finalmente, con la música en general. Lo que llamamos folclore, por ejemplo, ha ido variando según el lugar y la época, de acuerdo con la noción de autenticidad que estemos utilizando para justificar nuestra idea de folclore. Algo parecido ocurre con la expresión “música clásica”, que primero se usó para designar la obra de Haydn, Mozart y Beethoven, y luego para designar un enorme grupo de discos que satisfacen un segmento del mercado de la industria discográfica. ¿Cuál es, entonces, el uso correcto del término música clásica? Ambos, dice Mendívil.

Esta es una de las ideas centrales del libro: términos como música clásica o música folclórica no tienen un conjunto de referentes fijos en virtud de una esencia. Los referentes de estos términos varían de acuerdo al contexto, a la cultura a la que pertenecemos y a la utilidad que los teóricos encuentren en ellos. En una época como esta, en que la obra de compositores como John Cage ya no permite entender la música como una mera sucesión de sonidos, la teoría de Mendívil es consistente con importantes posiciones teóricas que afirman que música es todo aquello que los seres humanos deciden que es música.

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Cuando estas mismas ideas se vuelven sobre el ámbito de la música peruana, las conclusiones de Mendívil son contundentes: “No necesitamos cuotas nacionales ni guardianes de la tradición […] lo que necesitamos es una cultura que acepte la diferencia y la semejanza como componentes esenciales del mundo diversificado en que moramos […] el nacionalismo, aunque se haya convertido en presentable en algunas sociedades, sigue siendo un claro impedimento para alcanzar tan caro ideal”.

Entonces, ¿qué es la música peruana? Si seguimos a Mendívil, la música peruana será todo lo que los peruanos decidan que sea música peruana. Podrá ser aquello que surgió dentro del Perú y que los peruanos volvieron parte de sus vidas, y también aquello que surgió en otros países y que los peruanos decidieron hacer suyo. Entendida de esta manera, la música peruana es, en principio, infinita

Más información

El 2 de mayo, a las 19:30, en la sala de usos múltiples de la BNP (av. de la Poesía 160, San Borja), Julio Mendívil presentará el libro En contra de la música: herramientas para pensar, comprender y vivir las músicas. 

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