TgP Yuyay: Ideas de altura

Es la hora del recreo. Un niño de 11 años está solo en un colegio de Huancayo. Mira, cabizbajo, cómo otros estudiantes se divierten tocando unas raras cañas, a las que logran arrancar un sonido agudo, cortante como un silbido. Él viene de Lima y no entiende por qué todos prefieren tocar algo tan extraño en vez de jugar al fútbol. Más de 30 años después, ese mismo niño, ya convertido en adulto, está parado en un escenario y cuenta a un auditorio atento cómo ese muchacho que, después de haber sido un negado para la música, descubrió un día que podía tocar una zampoña y luego muchos otros instrumentos más. Esta es la historia de Lucho Quequezana, contada en TgP Yuyay, un encuentro desarrollado en Ayacucho, el pasado 10 de mayo, donde cuatro conferencistas —Quequezana, el psicólogo Roberto Lerner, la científica Inés Carazo y la soprano Sylvia Falcón— narraron sus experiencias de vida. 

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La palabra yuyay quiere decir ‘recordar’ o ‘contar’ en quechua, y el objetivo de esta actividad es difundir ideas innovadoras para producir un cambio en el país. Una propuesta que emula el formato TED (Tecnología, Entretenimiento y Diseño), seguido por millones de personas a través de Internet. Según Adolfo Heeren, gerente de TgP, la empresa  que organizó estas charlas, se trata de transmitir experiencias exitosas “para llevar el Perú hacia otro lugar”.  

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La noche ayacuchana es cálida, más aún en un auditorio con cerca de 200 invitados. El silencio se rompe con la voz de Sylvia Falcón, quien canta el Himno Nacional en quechua. Ella es limeña, de padre ayacuchano y madre huancavelicana, por lo que creció escuchando la música tradicional. En su juventud, descubrió el canto de Yma Súmac y se dio cuenta de lo que podía lograr debido a los altos registros de su voz.  
    Antes de Sylvia, se presentaron en el bello Centro Cultural de la Universidad San Cristóbal, Roberto Lerner, quien con gran histrionismo invitó a la audiencia a pensar de manera diferente; y la física Inés Carazo, quien destacó el valor de alimentos como la quinua, cuya exportación ha sacado a miles de campesinos de la pobreza. La fiesta terminó con la música de Quequezana y la voz de Renata Flores, una adolescente que ha llevado al quechua los hits del pop ochentero, de Michael Jackson a The Police. TgP Yuyay también sirvió para demostrar que esta lengua está más viva que nunca.