Sin elefantes se incrementarán las emisiones de CO2 en el planeta.
Sin elefantes se incrementarán las emisiones de CO2 en el planeta.

Por Juan Luis Nugent

Aliados del clima
Llevar a la extinción a los elefantes es cruel, innecesario y aumentará los niveles de CO2 del planeta.


Son escalofriantemente asombrosas las formas en las que —desde hace al menos tres siglos— los elefantes padecen la codicia, crueldad, ignorancia e indiferencia de la especie humana. Estas colosales criaturas que, para mala suerte de ellas, no muerden ni representan amenaza alguna para nosotros han sido cazadas, maltratadas y sacrificadas como diversión y negocio lucrativo de manera sostenida. En territorio asiático, Myanmar, por ejemplo, el elefante es una especie amenazada debido a la demanda que tiene su piel para fabricar accesorios y ungüentos; mientras que en África, el paquidermo local se encuentra ya en peligro de extinción por la caza furtiva y la depredación de su hábitat.

Pero más allá de la tragedia que es la extinción de cualquier especie por obra del ser humano, la desaparición de todos los elefantes del continente africano podría tener un impacto considerable en la emergencia climática planetaria. Una investigación publicada en Nature Geoscience halló que, una vez desaparecidos los paquidermos de África, se calcula que los gases del efecto invernadero en la atmósfera podrían aumentar hasta en un 7 %. Es que antes que proveedores de marfil y mascotas de circo, los elefantes son una pieza fundamental en su ecosistema. Su gran tamaño y peso (así como sus funciones digestivas) contribuyen a dar forma a los bosques y al desarrollo de la vegetación, particularmente de aquellos árboles de gran tamaño y crecimiento lento. Si los elefantes desaparecen, aumentarán las plantas más pequeñas y de crecimiento más acelerado con las que normalmente se alimentan, lo que perjudicará a los árboles de madera gruesa y copas altas.

Pero como es sabido que hay quienes solo responden a las cifras, el estudio también aporta una perspectiva económica a la amenaza que plantea la extinción de los elefantes. De acuerdo a las estimaciones del equipo de biólogos de la Universidad de Saint Louis en Missouri, los costos de procesar la cantidad de CO2 que absorben estos árboles ascienden a 43.000 millones de dólares. Perdemos todos, para variar.

Los gestos importan
La nueva tecnología de sensores gestuales que volverá obsoleta a la pantalla táctil.


Para quienes tienen alguna consola con mandos que responden al movimiento, el asunto puede que no sea tan novedoso, pero la llegada de una nueva generación de celulares con sensores de movimiento puede ser la primera gran novedad en la industria desde que Apple impusiera la pantalla táctil como estándar allá por el año 2007. El primer aparato anunciado para esta nueva generación de dispositivos es el Nexus 4 de Google, que saldría a la venta en octubre de este año. Mediante gestos como parpadeos y movimientos de la mano que simulan pellizcos y toques, los usuarios podrán silenciar alarmas, contestar llamadas o cambiar canciones sin tocar el aparato. Wired asegura que, si bien estas funciones son bastante rudimentarias, estarán presentes en todas las pantallas con las que interactuamos a diario. Aunque la predicción tiene sentido, uno no puede evitar levantar la ceja. En tiempos en los que un app te envejece el selfie para robarte datos personales, ¿no es esta una forma más de convertir nuestra información personal en datos que serán aprovechados por otros?

Mediante gestos como parpadeos y movimientos de la mano que simulan pellizcos y toques, los usuarios podrán silenciar alarmas, contestar llamadas o cambiar canciones sin tocar el aparato.
Mediante gestos como parpadeos y movimientos de la mano que simulan pellizcos y toques, los usuarios podrán silenciar alarmas, contestar llamadas o cambiar canciones sin tocar el aparato.

Muchas grasas, astronautas
En medio de las celebraciones por el 50 aniversario de la misión Apolo 11, una inquietante escultura de mantequilla brilla con luz propia.


La gratitud y la admiración son, por lo general, inconmensurables. Pero hay ocasiones muy muy especiales en las que es posible cuantificar la gratitud, como cuando decides utilizar casi una tonelada de mantequilla para inmortalizar a Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins, los primeros humanos en poner un pie sobre la Luna hace ya medio siglo.

Paul Brooke, un artista de Cincinnati, Ohio, acompañado de un equipo de leales y entusiastas asistentes, invirtió aproximadamente 500 horas de su paso por este mundo para inmortalizar a quienes dieron el pequeño paso más famoso de la historia, reporta CNN. La mayor parte del trabajo se realizó dentro de un frigorífico para no derretir las esculturas de tamaño real que se exhiben actualmente en la Feria Estatal de Columbus. Se les recuerda a todos los visitantes que se mira, pero no se prueba. Ojo.

Paul Brooke, un artista de Ohio, invirtió aproximadamente 500 horas para inmortalizar en una escultura de mantequilla a quienes dieron el pequeño paso más famoso de la historia.
Paul Brooke, un artista de Ohio, invirtió aproximadamente 500 horas para inmortalizar en una escultura de mantequilla a quienes dieron el pequeño paso más famoso de la historia.

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