La película El club de las madres rebeldes socava la idealización de la maternidad en clave de humor.
La película El club de las madres rebeldes socava la idealización de la maternidad en clave de humor.

Por: Margarita González
El caos con maravilla. La nube de solo amor, juegos y sueños. Tu mejor versión. Ahora estarás completa, realizada. Ser mamá es lo más maravilloso que le puede pasar a una mujer.

Así te lo venden. Toda la publicidad, todos los artículos, todos los libros de maternidad, todo. Te dicen que no vas a dormir, que vas a estar enterrada en pañales, que vas a encontrar tu lado más amable y dulce, que tu vida será un caos, pero que vas a disfrutar cada segundo, porque viene rodeado de maravilla.

Nada te prepara, nadie te explica, nadie te vende la depresión posparto, el hijo enfermo, el hijo internado, al que tienes que operar, el que necesita tratamientos para las secuelas.

Nadie habla de lo NO maravilloso que es dejar a tus otros hijos de lado para estar con el que tú crees que en ese momento te necesita más.

Nadie te vende que tú puedas enfermarte, sin poder hacerte cargo de tus caóticos retoños a los que está cuidando su papá o engriendo tu mamá o tu suegra, si es que tienes esa enorme suerte.

Yo me pregunto por qué nadie habla de eso. ¿Por qué deshumanizamos la maternidad? ¿Por qué nadie habla de los momentos en los que es solo horrible caos?

¿Por qué nadie te dice que a veces vas a estar tan agobiada que se te va a desamarrar el zapato en la calle y te vas a poner a llorar como loca? ¿Por qué nadie te avisa que hay momentos en los que quieres salir a correr y no volver más? Tú ya no eres una persona, eres una mamá. Tus metas y ambiciones personales deben morir, porque si no, eres una egoísta de mierda. Si no se te pasa el cansancio, la rabia y la frustración de un mal día apenas haces contacto visual con tus hijos, eres una bestia sin entrañas. Si no sientes todo el tiempo que quieres ser mamá y luego persona, entonces lo estás haciendo mal. ¿Por qué nos hacen sentir culpables por estar agotadas, confundidas, agobiadas, enfermas, necesitadas? Nadie va a publicitar a la mamá fuera de sí, al niño que no quiere comer, al adolescente conflictuado, a la familia disfuncional.

Está prohibido estar cansada, eso es de mala madre. Está prohibido no darle comida pensada, planeada, balanceada y encima con todo tu amor bocado a bocado, porque eres mala madre. Pobre de ti que llores, que ya no puedas ni pensar, que te quejes porque te sangran las tetas cuando das de lactar. Pobrecitos los hijos de las que quieren avanzar en su carrera. Pobrecitos los hijos de las que quieren viajar sin ellos. Pobrecitos los hijos de las que no son románticamente madres como en las películas de los años 50. Felices, amorosas, atractivas, lindas, pacientes. Creen que los quieres menos. Que los cuidas mal. Que no te los mereces. Besos y abrazos a las cansadas, a las que quieren rendirse, a las que lloran, a las que están agobiadas y agotadas, a las que pierden el control. Somos más, estoy segura.

Contenido sugerido

Contenido GEC