La verdadera historia del Perú campeón de América 1975

El 28 de octubre de 1975 Perú gritó campeón de América. Fue un triunfo que conmovió al país como ningún otro acontecimiento deportivo: el Cholo Sotil se escapó de Barcelona para jugar esa final y marcar el gol, el Presidente de la República general Francisco Morales Bermúdez recibió al plantel en Palacio de Gobierno y se quebró, las caravanas en Miraflores y el Centro duraron toda la madrugada, los goles de Casaretto, Cubillas y Oblitas se contaban cientos de veces. Tantas escenas inolvidables. ¿Qué otras historias esconde esa campaña, la última victoriosa de la selección peruana de fútbol a nivel sudamericano? ¿Qué secretos guardan los héroes de ese título en 1975? Cinco protagonistas de ese campeonato nos cuentan sus historias en este especial multimedia de Deporte Total de El Comercio. Uno de ellos, Hugo Sotil, nos conmueve. Cuando en 1975 fuimos los mejores de Sudamérica. Cuando fuimos héroes.

De Casaretto a Velásquez, de Cubillas a Sartor, ellos llevaron la bandera peruana a lo más alto

REVIVE LOS FESTEJOS MÁS IMPORTANTES
DE ESE HISTÓRICO TÍTULO

JUAN CARLOS OBLITAS

(PERÚ 3 - 1 CHILE)

Perú termina la fase de grupos del Sudamericano de 1975 con un triunfo claro y conmovedor sobre Chile. Ha eliminado a los sureños y a Bolivia, el otro rival del grupo. Es la ilusión de un país. El estadio de Matute, literalmente, tiembla esa tarde del 20 de agosto de 1975. El 1-0 es de Percy Rojas -un golazo- y el 3-1 de Teófilo Cubillas -ese gigante-, pero este gol, esa corrida hacia al arco norte del estadio aliancista, tiene el espíritu de lo imborrable. Porque no es cualquier rival y no es cualquier partido. Menos, un gol que no merezca miles de repeticiones: es una chalaca fabulosa e irrepetible que anota Juan Carlos Oblitas en el arco chileno. Hablarán de esta tarde en el estadio de Alianza los que fueron a la cancha y los que lo vieron en casa desde sus televisores. Hablarán de esta chalaca tus hijos y los hijos de tus hijos.

(PERÚ 3 - 1 BRASIL)

Es el 30 de setiembre de 1975. Estamos en Brasil, en Belo Horizonte. Ya se sabe que no es fácil silenciar a 100 mil personas con una sola patada. Teófilo Cubillas y Enrique Casaretto, El Loco, lo consiguieron. Como si fuera un emocionante golpe sorpresa de David ante Goliat, la selección peruana viajó a Belo Horizonte para jugar su primer partido de semifinales contra el poderoso Brasil. ¿No era el mejor Scratch posible? Brasil hizo 13 goles en la primera fase, una media de 4 tantos por partido. Brasil era dirigido por Osvaldo Brandao y sí, según los medios locales de la época había un profundo vacío de calidad en su plantel, por no haber citado a Paulo César, Rivelinho, Jairzinho y Falcao, entre otros. Quizá. Pero ese no era un drama para Perú. Y ganó el partido. “Cada vez que recuerdo esa noche no puedo dormir de tanto llorar”, dice Casaretto, el hombre clave, el goleador del saltito. Hasta el 7-1 de Alemania en el Mundial 2014 en ese mismo campo, ese había sido la última derrota oficial de Brasil en su cancha. Alguien podría decir que es un estadio maldito.

HUGO SOTIL

(PERÚ 1 - 0 COLOMBIA)

- “Lo voy a hacer por mi país, mamita”.
Es la frase del Cholo Sotil en El Comercio, que luego sería portada en otros diarios. Era la final contra Colombia, el tercer partido en Caracas el 28 de octubre de 1975 y Sotil, el peruano del Barcelona tenía que estar. Dejó España, tomó un avión y llegó para anotar el gol del campeonato. El Cholo querido de la Patria. Lo que vino después de ese 1-0 a Colombia y las celebraciones en el avión y las caravanas en Miraflores, fue un sentimiento muy parecido a la felicidad. El Perú en lo más alto de Sudamérica. El once del técnico Marcos Calderón, que desde 1987 ve cómo recordamos esa gesta desde el cielo. El equipo del Nene Cubillas, el Cholo Sotil, el Capitán de América Héctor Chumpitaz, Julio Meléndez, Juan Carlos Oblitas, el portero Sartor, el Patrón Velásquez, el Poeta César Cueto, el Panadero Díaz, el Flaco Quesada, el Trucha Rojas, Cachito Ramírez, Pedrito Ruiz, Raúl Párraga, El Loco Casaretto, tantos otros. Los dirigentes de la época. La gente que como nunca más pasó después en el país salió a la calle orgullosa con su camiseta de Perú campeón. Porque así fue. Perú gritó campeón con absoluta justicia. Fue el mejor de todos.

imágenes inéditas de un título que ya cumple 40 años
(y que debe volver)

Así informó El Comercio sobre los partidos de la selección en ese sudamericano 1975