La rata se mueve ágilmente en las sombras, pero al gallo no le gusta el anochecer. Es tiempo para que la rata se detenga un momento en la carrera y no repita los mismos errores. Debe ser transparente, cooperar con otros y generar alianzas a la luz del día.
Los malos tiempos terminaron y ahora solo queda sentarse a descansar. En el Año del Gallo, el buey debe empezar una nueva vida aprovechando los vientos que soplan a favor. Es tiempo de cosecha, recoger los frutos y compartirlos. Este año, las oportunidades cuelgan de los árboles.
Se acabó el peor año para el tigre, y ha llegado el gallo para sacarlo de su escondite. Es un año de recuperación y mejoría aunque depende más de la voluntad propia y las acciones rápidas. Su mente en estado de alerta lo guiará hasta la cima. Es hora de saltar, abandonar la guarida y no volver a ella.
Hora de volver al escondite pues el gallo, su peor enemigo, gobernará este año. La modestia del conejo molesta al ostentoso gallo. Para salvarse, debe sacar a la luz sus mejores armas como la generosidad, la amabilidad, la calma, la discreción, la sensibilidad y, sobre todo, la prudencia.
El Año del Gallo permite al dragón tomar distancia, descansar en las nubes y levantarse con el sol. Es tiempo de divisar nuevas oportunidades, cruzar las montañas a vuelo y empezar otra vez. Es un animal afortunado cuando reconoce que su fortuna radica en hacer el bien a los demás.
Este año, la serpiente recobra su libertad aunque sigue enrollada en sí misma. Puede mudar de piel y empezar una nueva vida en un entorno seguro. Es tiempo propicio de empezar proyectos que demanden planificación, concentración y gran intuición, cualidades innatas de la serpiente.
De mente ágil y pasión por la carrera, el caballo no tiene límites, lo cual asusta al gallo. En el Año del Gallo, el caballo debe actuar con tacto, prudencia, sutileza, y midiendo cada paso. Debe reservar sus energías, controlar sus impulsos y elegir cuidadosamente sus batallas.
La cabra se adapta a los cambios, maneja la resiliencia y no teme a un nuevo amanecer. Pero también es extremadamente sensible, vive de sus fantasías y pierde el equilibrio con facilidad. Es un año que cierra un círculo y demanda fortaleza física y de espíritu.
Durante febrero, mayo, agosto y noviembre del calendario occidental, el mono tiene todas las de perder. Debe huir de la serpiente, disculparse con el cerdo y rendirse ante el tigre. El gallo lo está observando para hacer justicia.
El perro y el gallo no se toleran. En el Año del Gallo, el perro es víctima de rumores y acusaciones sin fundamento, por ello debe correr muy rápido para escapar y evitar las provocaciones. La mente alerta lo cuidará de los depredadores.
Para el cerdo será un año mucho más estable que el anterior. El Año del Mono lo tuvo a sobresaltos y de rama en rama, mientras que el gallo apenas lo levanta al amanecer. Ambas situaciones no son agradables para el cerdo, pero se adapta pronto a los cambios.