¿La cerveza que sobra puede servir para elaborar más cerveza? Pues es exactamente eso lo que ha puesto en práctica la empresa The Alaskan Brewing Company. Esta instaló un sistema capaz de convertir los residuos de la bebida en combustible para la fábrica que elabora dicho producto.

La medida no solo supone un gran ahorro en combustible, sino también implica una acción a favor de la protección a la naturaleza, debido al uso de energías renovables y menos contaminantes. Cabe indicar que la empresa además ya no sabía qué hacer con el exceso de sobrantes y el transportarlos y venderlos como comida a las granjas cercanas era sumamente costoso y complicado.

El sistema en cuestión consta de una caldera, valorizada en US$1,8 millones que quema los residuos acumulados en el proceso de elaboración de la bebida alcohólica y que alimenta “la mayoría de las operaciones de la cervecería”, según informa la agencia de noticias AP.

Cabe indicar que las cervecerías usan frecuentemente los sobrantes de grano como “co-combustibles en los sistemas de recuperación de energía, según explica AP. Sin embargo, “nadie estaba quemándolo como combustible único para una caldera de vapor”, indicó Brandon Smith, gerente de operaciones de The Alaskan Brewing Company, a la mencionada agencia de noticias.