Crujientes y apetitosos. Así son los aros de cebolla, acompañamiento típico de los restaurantes estadounidenses. Sin embargo, prepararlos en casa no solo es factible; es muy fácil. Toma nota.

INGREDIENTES 1 cebolla grande 1 taza de harina 1 cucharadita de polvo de hornear 1/4 de taza de maicena Sal y pimienta al gusto 1 yema 1 taza de leche Aceite

PREPARACIÓN En primer lugar, pela la cebolla y luego córtala de forma transversal, siguiendo su contorno, de manera que obtengas aros finos. El portal de la conocida Martha Stewart recomienda que estos tengan unos 0.6 cm. de espesor.

Una vez cortados, pon los aros en un recipiente de agua fría. Deja que reposen allí durante unos 15 minutos. Esto permitirá que la cebolla quede tierna.

Por otro lado, en un bol mediano vierte la harina, el polvo de hornear y la sal, según explica el portal de la revista Cocina y Vino. Separa la mezcla. En otro recipiente mezcla la yema con la leche, revolviendo de forma envolvente. Luego, junta ambas preparaciones hasta formar una especie de crema.

En una sartén, calienta el aceite. Procura que este cubra aproximadamente un tercio del espesor de la sartén, según recomienda el portal de Good Food, de la BBC.

Escurre y seca los aros de cebolla. Luego, sumérgelos uno por uno en la mezcla y fríelos por uno 3 o 4 minutos, hasta que queden de un color entre dorado y marrón. Finalmente, ponlos en papel toalla para que se escurra el exceso de aceite. Sírvelos calientes.