Una tragedia vuelve a enlutar a la gastronomía peruana. Cuatro talentosos y apasionados jóvenes de la cocina nacional fallecieron el sábado 16 en la embarcación Aqua Expeditions, que sufrió dos explosiones y un incendio en el puerto Enapu, en Iquitos.
 
David Luna, Miguel Antonio de Vasconselos, Aquiles Ramírez y Omar de la Silva son cuatro de los siete fallecidos en el accidente del crucero Aqua Amazon, en el que resultaron heridas otras 13 personas.
 
Este martes, El Comercio conversó con , cocinero y dueño de los restaurantes Malabar y Ámaz. Él fue asesor culinario del crucero accidentado y responsable de los equipos de cocina, comedor y bar.
 
"Los asesoro desde hace nueve años. En ese momento, no había muchas personas que trabajen con la cocina amazónica. El dueño del crucero quería que la cocina de Aqua se alimente de este conocimiento y de la despensa local", comentó el dueño de Malabar a El Comercio.
 
Schiaffino trabajó directamente con Luna, Vasconselos, Ramírez y De la Silva y descubrió en ellos un gran talento para la cocina, pasión por el oficio y una sed insaciable por ser mejores cocineros cada día.

Miguel Antonio de Vasconselos

Esta semana era la última en el crucero para el joven a quien sus amigos llamaban Toño. Luego de Aqua Expeditions, su camino continuaría como jefe del taller de cocina en Iquitos.
 
Vasconselos trabajó desde el inicio en el crucero Aqua, luego de haber estado un año y medio antes en Lima. "Fue una persona que solo, de alguna manera, buscó hacer su carrera como cocinero", destacó Pedro Miguel, quien le dio la oportunidad de ingresar hace 10 años a Malabar.
 
Toño tocó la puerta del restaurante de San Isidro y, desde ese momento, empezó a destacar por su entrega. Toño logró convertirse en jefe de línea en Malabar antes de pasar a Aqua.
 
Vasconselos tenía 36 años y provenía de una familia loretana, muy unida y con tradición gastronómica. Era un apasionado de la cocina, defendía sus tradiciones amazónicas y era un cocinero "con mucho corazón", como destaca Schiaffino. Estos valores los reflejaba en su cocina, sus platos y su trabajo diario.
 
David Luna
David tenía cuatro años en la empresa y era uno de los jefes de cocina. Junto a Toño, también logró capacitarse en Lima. "Era una persona que mejoraba cada año, muy responsable, buena persona y talentoso", nos comentó Pedro Miguel, con quien trabajó directamente. Él era de Cusco y no estaba muy lejos de Toño en edad.
 
Aquiles Ramírez
El lugar de Aquiles estaba en la barra. Él era el bartender del crucero desde el inicio del crucero. Aquiles trabajó en el extranjero antes de ingresar a Aqua. Al igual que Toño, también tuvo una oportunidad en Malabar, el restaurante de Schiaffino. "Era un típico loretano, con una actitud muy calmada. Joven y con talento", destacó el dueño de Ámaz.
 
Omar de la Silva
Omar trabajaba en sala del crucero Aqua. Él era un joven camarero que también se esforzaba en desempeñar bien su trabajo. Al igual que Vasconselos, Luna y Ramírez, era un joven talentoso que tenía una gran carrera por desarrollar.
 
"La muerte entiende de clases"
Esta mañana, el crítico gastronómico Ignacio Medina llamó la atención acerca de que "ningún cocinero ilustre se ha hecho eco" por estas lamentables pérdidas.
 
"No hay panegíricos compungidos, ni cantos emocionados, ni odas a la grandeza de los profesionales fallecidos, ni llanto por los héroes de la cocina peruana, ni nada de lo acostumbrado cuando el que se va es uno de los miembros más o menos activos de la jet-set de la cocina peruana o alguien cercano a él. Ni una sola palabra. Silencio total", lamentó en el post que publicó en su blog personal.

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Al cierre de esta nota, Gastón Acurio compartió esta publicación en su página de Facebook y lamentó estas muertes.

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