PATRICIA CASTRO OBANDO

Una forma de vida: Chicha. Así se anuncia el primer restaurante peruano en Hong Kong que en el año de su inauguración recibió el premio como mejor nuevo local de comida por la revista Time Out de la antigua colonia británica.

Chicha alcanzó la fama desde el estreno y ahora celebra su segundo año con un inmenso cartel pintado por el artista Elliot Túpac, que cubre su celebrada cocina abierta, y del cual se desprende su colorido mensaje.

Y es que Chicha desborda su propio nombre. Para el trujillano Arturo Meléndez Linares, jefe de cocina, Chicha es la bebida, es la música y es el estilo de vida. China es el Perú. Y en Hong Kong, somos chicha.

El chef peruano fue contratado en Lima por el empresario australiano Viviano Romito debido a su experiencia en nuevos mercados. En el 2010, Meléndez fue el jefe de cocina de Quinua, primer restaurante de comida peruana en Sudáfrica.

APOYANDO LA DIFUSIÓN Romito probó la gastronomía peruana en un viaje a Argentina y fue amor al primer bocado. Cuando volvió a Hong Kong, donde opera con sus socios otros negocios culinarios, se puso en contacto con el Consulado General del Perú.

Organizamos su viaje al Perú con el objetivo de facilitarle el contacto directo con la gastronomía peruana tradicional y contribuir a que mantenga una auténtica comida peruana en su nuevo restaurante, señala el cónsul David Málaga.

Para el consulado, apoyar un proyecto de esta categoría en Hong Kong significaba también posicionar el nombre del Perú a través de la promoción de la cocina peruana y los productos de exportación no tradicional.

En una ciudad que reúne a las mejores gastronomías del mundo, Romito quería ofrecer algo nuevo. Leí un artículo en un medio especializado que aseguraba que la próxima gran cocina sería la peruana. Y precisamente esta cocina estaba faltando en Hong Kong, dice.

EL ÉXITO Según Time Out, que tomó en cuenta el voto del público y la crítica, Chicha tuvo la clave del éxito desde el inicio: la mezcla. El cliente de Hong Kong tiende a alternar entre una variedad de cocinas y sabores. El aporte de otras gastronomías a la cocina peruana la ha enriquecido a tal punto que en ocasiones el comensal percibe sazones familiares en los platos peruanos.

Nuestra gastronomía en sí misma ya es una mezcla. Por eso prefiero llamarla en vez de fusión, comida peruana moderna o contemporánea, explica Meléndez, que habla con mucho orgullo de sus raíces negras, cajamarquinas y trujillanas.

La misión de mantener la autenticidad de nuestra cocina ha sido un reto para el chef trujillano. Su regla es recrear la comida peruana, adaptándola al mercado hongkonés pero sin perder su esencia. Es cuestión de forma sin tocar el fondo.

Tiraditos, causas, picarones y otras delicias son posibles gracias a los insumos que ingresan libremente a Hong Kong que, a diferencia de China continental, no exige protocolos fitosanitarios. Siempre tengo mis ajíes básicos: panca, limo, amarillo y huacatay. Me mandan lúcuma, chicha morada y choclo congelado, añade Meléndez.

Y Chicha tiene ya un compañero en Mayta, el local del chef peruano Jaime Pesaque inaugurado en marzo y que, además de comida tradicional, tiene un bar donde el pisco busca convertirse en el rey de las noches hongkonesas.