MARÍA PÍA BARRIENTOS Redacción online

A Alain Schneider la vida lo fue llevando por un dulce sendero. Hace 4 años, este francés dejó su vida como ingeniero de transportes e inició una aventura. ¿Su destino? Nicaragua. ¿Su misión? Ayudar a niños de bajos recursos. Sin embargo, allí este emprendedor encontró un nuevo camino.

Hacía de payaso también. Estudié en una escuela de comedia y de mimos en Nicaragua y de paso encontramos una persona que quería montar un museo del chocolate. No sabía nada de chocolate, pero fui a las plantaciones, conseguí buen cacao y traje máquinas de Estados Unidos. Luego, como nos gustó, decidimos montar nuestro propio museo del chocolate con mi novia y buscamos un lugar en el que haya buen cacao, explica.

Así, Alain y su novia encontraron en el Cusco el lugar perfecto para montar su negocio, el ChocoMuseo. Allí no solo venden productos y delicias con chocolate. También enseñan a quienes desean aprender el proceso para producir chocolate.

MISTURA A MI MANERA Hoy Schneider se anima a conquistar Mistura los paladares peruanos con una delicia que no solo seduce, también nos da la oportunidad de hacer las cosas a nuestro gusto.

En el stand del Choco Museo, ubicado en el Mundo del chocolate, el francés y su equipo ofrecen versátiles brochetas. Fresas, kiwis o marshmellows. Chocolate blanco, de leche o negro (70% de cacao) para bañarlos. Castañas, quinua, grajeas, nueces o coco para acompañar. Aquí tú eliges lo que te llevas a la boca.

Las brochetas se venden a S/.5 cada una y a tres por S/.13.

ChocoMuseo Calle Berlín 375, Miraflores Calle Garcilaso 210, Cusco