Fiestas Patrias: así eran los circos de antaño

Sean nacionales o extranjeros, con carpas de lona o plástico, con acróbatas o payasos, el circo siempre será el espectáculo preferido por chicos y grandes en Fiestas Patrias.

“Mientras haya una carpa, un payaso, una banda y un niño con ilusiones siempre habrá circo”, decía Chicharrita, el más célebre payaso de Sudamérica. Y no le faltaba razón, pues ni siquiera la Guerra con Chile alejó a las caravanas circenses, como la del Circo Jardín del Perú.

Con el centenario de nuestra independencia, la temporada de circos se estableció para Fiestas Patrias. Familias como Cavallini, Farfán, Valderrama y Lietti, por mencionar algunas, fueron las pioneras en el arte de hacer reír y saltar de sus asientos a chicos y grandes con sus magos, domadores de fieras, acróbatas y payasos. Ellos recorrían en mulas los pueblos más alejados del país.

Posteriormente, los circos internacionales de gran trayectoria, entre ellos el Circo de Moscú, el de los Hermanos Fuentes Gasca y el Tihany Magic Circus, arribaron al Campo de Marte, la Plaza de Acho, al Coliseo Amauta y la plaza Grau.

Uno de los más celebrados era el Tihany. Más de cien artistas entre bailarines, malabaristas, domadores y técnicos llegaban comandados por el mago húngaro Franz Czeisler. Se necesitaban unos 70 tráileres para movilizar el vestuario, la escenografía, los equipos de sonido y luces, la carpa y el zoológico. 
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Otro de los más esperados era el circo de Moscú que presentaba uno de los mejores espectáculos vistos en la capital. Entre acróbatas y domadores, los payasos destacaban por sus ocurrencias.

Con el nuevo milenio, los circos se han vuelto una suerte de extensión de programas televisivos para captar a su público.

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