Abancay: entre la falta de control y la cultura del más vivo

“Si no hay inspectores, tengo que parar para recoger más gente, además esos paraderos con letras ya no se respetan desde hace seis meses”. La frase le pertenece a un chofer de un microbús que circula por la avenida Abancay, en el Cercado de Lima.

La frase resume en buena cuenta la impunidad con la que miles de choferes circulan por la avenida Abancay, que por muchos años fue considerada como la más caótica del Perú.

Durante la gestión de Susana Villarán, en el 2011, se implementó el reordenamiento de la avenida Abancay como parte de la reforma del transporte. Sin embargo, ante la falta de inspectores y fiscalizadores de la Municipalidad de Lima en esta vía impera otra vez el desorden. Ahora los choferes de taxis y colectivos informales invaden esta vía con absoluta impunidad.

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