Asesino de Yactayo formaría parte de su entorno

El periodista Beto Ortiz ha pasado, de la noche a la mañana, a ser considerado –por algunos medios– “sospechoso de obstruir” las investigaciones que realiza la policía para esclarecer el asesinato de su amigo y colega José Yactayo, a quien conocía hace más de 15 años. 

En su testimonio a la División de Investigación de Desaparecidos, Ortiz sostuvo que el martes 28 de febrero, junto con un experto en computación, manipuló la computadora de escritorio de Yactayo para rastrear –a través de una aplicación– el celular de su amigo y así encontrar pistas sobre su paradero. Yactayo desapareció la mañana del domingo 26 y un día después alguien respondía sus mensajes de WhatsApp.

Sus amigos creían que ese desconocido les iba a exigir dinero a cambio de información sobre su paradero. La policía, en cambio, sabía que esa persona solo estaba ganando tiempo. 

–La mira en el disco duro–
“Ortiz es un periodista con experiencia y sabía que no debía manipular la computadora. No sabemos qué archivos habrá borrado”, sostuvo un policía de la Dirección de Investigación de Criminalidad (Dirincri). Pero, Ortiz no fue el único que usó la computadora, que cuenta con tres discos duros.

Uno de ellos contenía las filmaciones a presos del penal Ancón II, elegidos por el Instituto Nacional Penitenciario para asistir a los talleres de literatura que dictó Ortiz entre el 2014 y el 2015. Las imágenes iban a formar parte de un documental que Yactayo editaba. Él también ingresó a ese penal en más de dos ocasiones.

La periodista Bibiana Melzi declaró a El Comercio que fue la primera amiga de Yactayo que llegó –ese martes 28– a su departamento, en San Luis. “Vi que su computadora estaba encendida y obviamente empecé a buscar evidencias. Es lo que haría cualquier persona desesperada. No vi nada extraño en sus correos, pero al messenger de Facebook preferí no entrar”, dice –vía telefónica– desde México.

“En el interín me llamó el suboficial Capcha y me pasó con el coronel Santos García [jefe de Desaparecidos], quien solo me preguntó si Pepe [Yactayo] era homosexual y si tenía pareja. Les dije que no y le comenté que la computadora estaba encendida y buscaba la aplicación. No me respondió, tampoco dijo que no toque nada”, precisó la periodista. 

A los pocos minutos llegó Ortiz con el experto en computación. Se logró entrar al aplicativo con una clave de Yactayo, pero el celular ya estaba apagado. La División de Alta Tecnología de la Dirinci asegura que ningún disco duro de la computadora de Yactayo fue sustraído, pero aún no se establece si se eliminaron archivos.

“De confirmarse que Ortiz borró videos, que eran parte de su documental o de otra índole, estará en problemas”, indica una fuente de la fiscalía.

–¿Por qué lo mataron?– 
Desde que empezaron las indagaciones de la desaparición de Yactayo, la policía manejó la hipótesis de que se trataba de un asunto pasional. Pero a medida que pasan los días, en la División de Investigación de Homicidios afirman que es prematuro establecer las causas del crimen. 

“El vínculo que habría tenido con gente del penal es importante y merece ser analizado, por eso todo elemento, como imágenes o videos, debe estar intacto. No estamos frente a un crimen por ajuste de cuentas”, resaltó una fuente de Homicidios. Otro agente afirma que Yactayo conoció a su asesino y que era de su entorno. 

Según el sistema de geolocalización, la noche del domingo 26, Yactayo estuvo en San Isidro, donde lo habían citado. No se sabe si en ese distrito lo mataron. De ahí, de acuerdo con el recorrido del celular, llega a Huaura.  

Melzi afirmó que el único problema que agobiaba a su amigo eran sus deudas. Tenía un departamento en Magdalena que hipotecó y solía viajar a Lunahuaná, donde su familia tenía terrenos. Según Ortiz, Yactayo escribió en Año Nuevo: “Reforzar mi protección general del mal que otros me desean y que trunca mi camino, de los que me quieran robar de cualquier forma y engañarme”.

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