Municipalidad de Lima: by-pass en Salaverry “está en estudio”
Municipalidad de Lima: by-pass en Salaverry “está en estudio”
Angus Laurie

En las últimas semanas, los planes de construir pasos a desnivel en Lima han entrado en un gran debate. Por un lado, el alcalde , hablando en relación a los Juegos Panamericanos, dijo: “Queremos dar una mejor calidad de vida a los ciudadanos. Por eso estamos haciendo viaductos y pasos a desnivel”. Por otro lado, el alcalde de San Isidro, Manuel Velarde, salió en contra de la idea de construir cinco pasos a desnivel en la Av. Salaverry que, según él, “generarían un incremento paulatino del tráfico vehicular”. Entre estos dos comentarios, existen dos visiones completamente opuestas de la ciudad y de cómo responder al problema de la actual congestión vehicular.

Lima ya sufre la peor contaminación del aire y el mayor número de fatalidades de tránsito por vehículo en las Américas. Estas cifras son más preocupantes aun cuando se sabe que en el Perú solamente hay un auto por cada 12 personas. Además, según el INEI, el parque automotor de Lima tuvo una tasa de crecimiento de 8% anual entre el 2008 y el 2012. En otras palabras, existe una alta posibilidad de experimentar una duplicación del parque automotor en la próxima década. El resultado más probable: una ciudad inhabitable.

En 1963, frente a un problema similar en Inglaterra, el ingeniero de tránsito Colin Buchanan explicó que había dos soluciones opuestas para responder al problema. Una era acomodar el tráfico a través de la destrucción de gran parte de la ciudad para facilitar un sistema de inmensas autopistas de varios niveles. Buchanan también dijo que cada obra para ampliar la capacidad de estas vías parece crear “la existencia de nuevo tráfico suficiente para crear nueva congestión”. En las últimas dos décadas, esta hipótesis ha sido corroborada en la realidad con datos duros. Como resultado, muchas ciudades ya están deshaciendo sus pasos a desnivel y viaductos a favor de vías como la avenida Salaverry hoy en día.

La otra solución para Buchanan era la limitación deliberada del uso de automóvil a través de un aumento en el costo para estacionar o la creación de impuestos para entrar a ciertas zonas de la ciudad. Esto tiene que ir de la mano con la expansión del transporte público y de un planeamiento holístico de los usos de suelos de la ciudad. Esta estrategia ha sido implementada con mucho éxito en varias ciudades. En Lima aún no ha sido probada.

La solución propuesta en la Av. Salaverry no puede ser vista como un caso aislado. Dar mayor capacidad vehicular a este eje resultaría en la llegada de muchos más autos a los distritos centrales que ya están colapsados. El impacto real de los pasos a desnivel sería la pérdida de 230 árboles con más de 80 años, el aumento de la contaminación sonora y del aire, y un empeoramiento en la calidad de vida. Lima no tiene más capacidad para acomodar autos. Si queremos seguir creciendo, vamos a tener que limitar el uso del auto e invertir en transporte público.

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