Caso Fefer: las razones por las que fue absuelta Eva Bracamonte

Durante más de nueve años Eva Bracamonte fue la principal sospechosa del asesinato de su madre Myriam Fefer. Según la fiscalía, la joven contrató al sicario Alejandro Trujillo Ospina para matar a la empresaria al no estar de acuerdo con la repartición de la herencia; sin embargo, hoy, la Corte Superior de Justicia de Lima la absolvió por falta de pruebas. Este fallo podrá ser apelado por la parte acusadora ante la Corte Suprema.

Para la Segunda Sala Penal para Reos en Cárcel no se ha podido demostrar un vínculo entre Eva y Trujillo Ospina ni la motivación económica por parte de la acusada. A continuación, algunas de las pruebas que quedaron desestimadas en el segundo juicio.

LA LLAMADA DEL SICARIO

De acuerdo con la fiscalía, Trujillo Ospina llamó al celular de Eva Bracamonte desde el celular de Myriam Fefer minutos después de haberla asesinado en su dormitorio.

Sin embargo, la Sala resolvió que no hay certeza de la hora exacta de la muerte de la empresaria, ocurrida entre las 00:30 y 2:30 a.m. Por lo tanto, no se ha confirmado que sea el sicario colombiano quien efectuó la llamada.

EL MÓVIL DEL LUCRO

Según la parte acusadora Eva contrató al sicario colombiano Alejandro Trujillo Ospina para asesinar a Myriam Fefer y apropiarse de la herencia que el abuelo de Eva le dejó, algo que no podía hacer con su madre viva.

Ese criterio quedó desestimado pues no hay evidencias de que la empresaria quisiera recuperar esa millonaria herencia. También quedó confirmado que Eva ni siquiera cobró el seguro de vida de su madre, quien sí lo hizo fue su hermano Ariel Bracamonte.

RELACIÓN ENTRE MADRE E HIJA

La pésima relación que Eva tenía con su madre y el deseo de la fallecida [según testigos] de incluir a su hijo Ariel entre los herederos del patrimonio dejado a Eva por su abuelo bastó para condenarla en octubre del 2012.

Sin embargo, en el segundo juicio los magistrados consideraron que la relación de Eva Bracamonte y su madre era conflictiva pero que ello no determina el móvil del crimen. Además, según un peritaje la inmadurez y frialdad de la joven no son concluyentes para afirmar que eso le permitió planificar el crimen.