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Consuelo Torres Tello

A sus 99 años, Consuelo Torres, fundadora del programa Taza de Leche (después conocido como Vaso de Leche) en El Agustino y del Club de Madres del Perú, está postrada en una cama que sus hijas han acomodado en la sala de la casa. La mantienen con suero y un balón de oxígeno.

Un mes atrás la atacó una infección en las vías urinarias. "Se estuvo tratando con la medicina que le recetaron en Essalud y siguió haciendo su vida. Ella estaba activa. Hace 15 días recibió una condecoración del municipio de San Juan de Miraflores", cuenta su hija Pilar Quenés. 

En casa, en San Juan de Miraflores, Torres se desplazaba usando un andador. Cuando salía a continuar con sus actividades en el distrito,  usaba una silla de ruedas. La Navidad pasada, le mujer visitó El Agustino y algunos cerros de SJM para repartir regalos a los niños.

Esta semana la infección se expandió.  Las medicinas ya no hacían efecto. "El 6 de junio vino una doctora a verla. Nos explicó que la infección ya no estaba localizada y pidió su internamiento. Tenemos la referencia para que sea llevada al hospital Rebagliati, pero hasta ahora no llega la ambulancia", se queja Quenés.

La hija cuenta que algunos congresistas le ofrecieron apoyo para internarla en una clínica local. Sin embargo, esas promesas no se concretan. 

Luchadora social

Llamada la "Madre de los Cerros", Consuelo Torres participó desde su adolescencia en  marchas por algunas reivindicaciones sociales, como el voto para la mujer y derechos laborales. En 1957, giró su atención a los niños más necesitados, fundando en El Agustino el primer Club de Madres del Perú y, a través de este, el programa Taza de Leche.

"Mi madre coordinó con el gobierno holandés para que donara la leche y las pastillas de aceite de hígado de bacalao, que en esa época eran muy requeridas", recuerda Quenés.

Durante toda su vida Torres ha recibido diplomas y reconocimientos de diversos municipios, incluyendo los de Ica y Monsefú. La Municipalidad Distrital de Maranura (Cusco) la distinguió con una vara varayoc y cuando cumplió los 88 años, fue condecorada por el Congreso de la República con la Medalla de Honor en el Grado de Caballero.

Ha sido tres veces nominada al premio Príncipe de Asturias, en España (otorgado en, algunas ediciones, a Stephen Hawking, J.K. Rowling y a organizaciones como Médicos sin Fronteras, por ejemplo). En el 2006 fue premiada por la Unicef. En las paredes de la sala están, también, las cartas enviadas por ambos papas actuales, Francisco y Benedicto XVI, con sus respectivas bendiciones.

"La casa es un museo. Pero ya no necesitamos más condecoraciones. Exigimos atención para mi mamá. No merece ser abandonada", reclama su hija.

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