Cinco años después del accidente, Edu Saettone dice que buscará a la familia de María Elena Coronado para hablarle.
Cinco años después del accidente, Edu Saettone dice que buscará a la familia de María Elena Coronado para hablarle.
Ana Núñez

¿Duermes en paz?
Dormir en paz, jamás. Pero te puedo decir que he tenido mucha asistencia psicológica. He tenido que estar medicado para poder dormir. No ha sido fácil. Si tu pregunta es si puedo dormir en paz, no puedo.

¿Sientes culpa por todo esto?
No.

¿No?

La única culpa… culpa, no; responsabilidad sería la palabra, es por no haberme acercado a la familia y haber obedecido esos consejos. Quizá si hubiera tenido un padre o un hermano mayor que me aconsejen, habría ido con ellos a dar la cara. Si hay algo de lo que me arrepiento, es de no haber estado ahí para la familia cuando me necesitaba. Quizá habría podido esclarecer todo y evitar que crean que soy un monstruo, que no lo soy.

Pero me dices que no sientes culpa por la muerte de María Elena...
Sentiría culpa si hubiera ido muy rápido o si hubiera estado bajo la influencia de algo o no la hubiera socorrido… Siento dolor y siento pena, pero no siento culpa. Me hago responsable, eso sí.

De lo que pasó el día del accidente no te has hecho responsable. Dices que ibas a baja velocidad, cuando la sentencia determinó que ibas a 90 kilómetros por hora, de acuerdo con una investigación policial.
Mentira, eso también es falso.

¿Qué es falso?
Es falso que el informe de la Policía diga que iba a 90 kilómetros por hora, eso lo dice el parte. Lo que dice el informe de la Policía es que no se puede determinar la velocidad con la que iba, y el perito de velocidad de nuestra parte dice que iba a 40 y que sí podía perder el control del carro, porque el piso era pura agua, un jabón; tú frenas y el carro no disminuye la velocidad, lo único que hace es girar, así vayas a 40 kilómetros por hora.

¿Dónde estuviste todos estos meses?
[Resopla] Creo que no puedo decirlo.

¿Por qué?
Porque comprometería a personas que no quisiera. Pero creo que mucho más acertado sería preguntar qué he estado haciendo, ¿no?

No. Te pregunto dónde estuviste porque la justicia te estaba buscando.
No me estaban buscando. Si me hubiesen buscado, me habrían encontrado, así como han encontrado a todos los que buscan.

¿Qué puedes decir a la familia?
No hay nada que pueda decir, que pueda hacer, que me puedan hacer, que pueda calmar el dolor de esta familia. No hay nada, absolutamente nada… Yo ya he dicho que si esto me sucediera de nuevo, conociendo todo lo que puede suceder al no acercarte en un primer momento a la familia, haría las cosas totalmente de otra manera. La sentencia que se me ha dado es la que se le da a cualquier persona que pasa por este proceso. Lo que pasa es que yo soy una figura pública. Yo no sé de qué manera ellos se puedan quedar tranquilos. No sé si encontrarían paz si a mí me dieran una condena de por vida.

Lee la entrevista completa este sábado en Somos.

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