“La gentrificación”, por Angus Laurie
“La gentrificación”, por Angus Laurie

Hay una creciente conciencia sobre el proceso de gentrificación en Lima. Esta llegó a su pico con una mención en un artículo en “The Guardian”, de Londres, en octubre del 2016, como ejemplo de este proceso que está sucediendo en varias ciudades en el ámbito mundial.

La gentrificación sucede cuando un grupo de personas más adineradas empieza a mudarse hacia un barrio que es habitado, por lo general, por personas de menores ingresos. Muchos estudios identifican barrios ‘gentrificables’ o los que pueden pasar por este proceso, como aquellos que poseen un ingreso promedio más bajo que el ingreso medio de la ciudad.

Uno puede asumir que la subida en los valores de propiedades es parte de una economía creciente, pero en un barrio que está pasando por un proceso de gentrificación, el aumento es más visible que en otros barrios. Ejemplos clásicos de este proceso incluyen Brooklyn, en Nueva York; Whitechapel, en Londres; y Barranco, en Lima. En estos casos, el proceso está caracterizado por la llegada de artistas, diseñadores y otros quienes Richard Florida caracteriza como la “clase creativa”.

Según la historia clásica, con la llegada de ellos, el barrio empieza a estar más de moda. Nuevos bares, cafés y restaurantes abren, y empiezan a atraer a más personas para invertir y vivir en el barrio. Otros barrios en Lima que parece que están pasando por este proceso son la Av. La Mar en Miraflores y algunas partes de Surquillo.

La parte bonita de esta historia es el mejoramiento de los barrios, particularmente los que tienen edificios históricos. La gentrificación es algo que, en muchos casos, va de la mano con proyectos de renovación urbana. Pero como el director de cine Spike Lee preguntó en una charla en el Pratt Institute: “¿Por qué se necesita una afluencia de neoyorquinos blancos en el sur del Bronx, en Harlem, en Bed-Stuy y en Crown Heights para que los equipamientos mejoren?”.

Residentes o empresas más adinerados tienden a ser más organizados y mejor conectados para coordinar con las municipalidades para mejorar calles, espacios públicos y equipamientos.

El problema con la gentrificación es el desplazamiento de personas que han vivido en estos barrios. La teoría es que la subida de precios de alquileres, de los impuestos y en el costo de servicios que ofrece el barrio resulta en la expulsión de los residentes más pobres. Recientemente, un estudio publicado en el Urban Affairs Review ha revelado que, en realidad, no existe una correlación entre el proceso de gentrificación y el desplazamiento de propietarios. De hecho, para muchos, este proceso revaloriza sus propiedades y puede ser un beneficio. Los que sí sufrirán un desplazamiento son los que alquilan propiedades.

En Lima, donde un porcentaje excepcional de personas son dueños de sus casas, el problema de la gentrificación, en realidad, es mucho menor que en otras ciudades. Un problema que es mucho más urgente es el déficit de vivienda, que suma 612.000 viviendas según la consultora HGP Group. La vivienda asequible está ubicada en lugares cada vez más periféricos y a veces en lugares de alto riesgo, como hemos visto con los deslizamientos e inundaciones de los últimos días.

En vez de preocuparnos sobre gentrificación en Lima, quizás un problema más relevante sea cómo podríamos empezar a promover una diversidad de viviendas y un mejor acceso a vivienda asequible dentro de las centralidades urbanas.

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