(Foto: Jessica Vicente / El Comercio)
(Foto: Jessica Vicente / El Comercio)
Juan Guillermo Lara

Un escenario común en Conchán, playa ubicada a la altura del kilómetro 21,5 de la carretera Panamericana Sur, es encontrar un grupo de personas que ofrecen a viva voz autos en alquiler y prácticas en circuitos para obtener la licencia de conducir. Es el negocio que rodea la sede del Touring y Automóvil Club del Perú, la única entidad autorizada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones para dar brevetes.

Con la promesa de encontrar espacios “idénticos” a los que habrá en el Touring, los aspirantes son guiados hasta la playa de Conchán, en Villa El Salvador. Allí, decenas de vehículos se turnan para ingresar a una de las más de 20 pistas de prueba.

El precio por una hora en el circuito es de S/35. Ese tiempo permite recorrer la pista unas tres veces, mientras una persona acompaña fuera del vehículo.

La demanda por estos circuitos de manejo es tan alta que desde hace unos meses, personas inescrupulosas están construyendo más pistas cada vez más cerca del mar y que depredan la costa.

La denuncia fue hecha por el surfista Livio Ciriani, quien la semana pasada grabó un video en el se muestra cómo estos negocios arrojan desmonte sobre la arena cerca del mar, luego la aplanan y le colocan una capa asfáltica para crear circuitos.

“Ese espacio es nuevo. Lo acaban de terminar hace menos de cinco meses y los choferes ya practican ahí. Incluso hay sectores donde la basura llega al mar y ha dividido la playa”, dice Livio.

Ahora, a lo largo de la costa, hay una barrera de basura, de restos de material de construcción y peligrosos fierros incrustados en la arena que separa la playa de los circuitos de manejo.

—Sin responsables—
El año pasado, El Comercio denunció que aproximadamente un centenar de negocios informales estaban establecidos alrededor del Touring y Automóvil Club del Perú (TACP) para ‘ayudar’ a obtener un brevete de forma irregular.

En esa fecha, representantes del Touring aseguraron que solicitaron a la Municipalidad de Villa El Salvador que los erradicara.

Consultados sobre la fiscalización, el área de prensa de dicha comuna envió un comunicado a este Diario en el que asegura que la zona de las escuelas de manejo no pertenece a su jurisdicción, sino a la de Lurín.

Sin embargo, en el mismo oficio señala que en junio realizaron una intervención junto a los fiscalizadores de Lurín y se clausuraron dos locales.

En tanto, el gerente de Servicios a la Ciudad y Gestión Ambiental de Lurín, Augusto Nishimura, desmintió lo dicho por el personal de Villa El Salvador. “Nuestro distrito comienza desde la playa San Antonio”, dijo Nishimura.

Según la Ley 26620, los terrenos ribereños en la costa, hasta los 50 metros, son considerados como zonas intangibles.

Al respecto, la Marina de Guerra del Perú indicó que miembros de la Capitanía del Puerto del Callao hicieron una inspección ocular en la zona, y sostuvieron que tomarán acciones, aunque no especificaron cuáles. La autoridad marítima agregó que en la diligencia se intervinieron dos locales que tenían circuitos de manejo cerca del mar.

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