Una nueva capilla para Santa Rosa: dominicos le buscan altar

Hoy, mientras miles de devotos de Rosa de Lima depositan cartas en el pozo de su santuario, anhelando que la Patrona de América les cumpla sus deseos, el padre Luis Ramírez, ex prior del Convento de Santo Domingo, pedirá con fervor para que su propio sueño le sea concedido. “Que el claustro de las capillas –intercede– se haga realidad”. 

De acuerdo con Ramírez, desde hace más de un año, la orden dominica busca convertir el segundo claustro del recinto, ubicado en el Jr. Conde de Superunda (Cercado), en un nuevo espacio para los santos peruanos. Acondicionar el ambiente, que pasaría a llamarse Claustro de las Capillas, costaría unos S/45 mil y albergaría las reliquias e imágenes reconstruidas en 3D de la santa limeña, de San Martín de Porres y de San Juan Macías. 

“Queremos recrear sus vidas para acercarlos a la gente: Rosa en su ermita tocando guitarra; Martín en la cocina con perro, pericote y gato; Juan con su canasta, repartiendo panes a los necesitados”, agrega el dominico.

Debido a la remodelación de su altar en Santo Domingo, el cráneo de Rosa, la reliquia más importante que se conserva de ella en el país, es exhibido en un relicario, dentro del museo del convento. El ambiente está decorado con una gigantografía de su rostro real, junto a los de San Martín y San Juan.

“Era una muchachita tan guapa, ¡mire esos cachetitos!”, comenta Sofía Palomino, vecina del Callao que, a sus 65 años, mantiene la promesa de rezar ante la reliquia cada 29 de agosto. 

Para ella, como para otros fieles en la visita, ver el rostro real –reconstruido el 2015 por un equipo peruano-brasileño de odontólogos y forenses– fue un impacto significativo, pues este difiere del de la muñeca que sale en las estampitas. “Pero la fe es más fuerte”, afirma Susana Rosas, vendedora de recuerdos fuera del museo.

Recientemente, dice, por cada tres adornos que vende con la ‘antigua’ cara de la santa, sale uno con la ‘nueva’.