Durante el cierre del puente Bella Unión, los autos debieron ser desviados hacia las avenidas Dueñas y Faucett. Esta última soporta una fuerte carga vehicular a pesar de que ya se abrió el paso por dicho viaducto. (Jessica Vicente / El Comercio)
Durante el cierre del puente Bella Unión, los autos debieron ser desviados hacia las avenidas Dueñas y Faucett. Esta última soporta una fuerte carga vehicular a pesar de que ya se abrió el paso por dicho viaducto. (Jessica Vicente / El Comercio)
Juan Guillermo Lara

Según la última encuesta del observatorio Lima Cómo Vamos, el 21,7% de limeños saben que pasarán al menos una hora dentro del vehículo cuando salen de casa para dirigirse a trabajar o estudiar, debido al tráfico. Más aun si para ello deben cruzar el que separa Lima norte con el resto de la ciudad.

Según la encuesta de información básica del transporte urbano en el área Metropolitana de Lima y Callao, realizada por la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) en el 2012, diariamente se realizan más de 300 mil viajes por los seis puentes que existen desde el Callao hasta la Vía de Evitamiento.

Este documento se desarrolló como una base de datos para identificar los problemas en el transporte urbano, y como un pronóstico de la demanda de Lima hacia el 2030.

—Nuevos puentes—
Actualmente existen seis puentes (Gambetta, Faucett, Bella Unión, Dueñas, Santa María y el Ejército) para movilizar a más de dos millones y medio de personas que viven en los ocho distritos de Lima norte, según el Instituto Nacional de Estadística e Información (INEI).

Para el ingeniero de transportes David Fairlie, esos puentes colapsaron en capacidad y ya no son suficientes para trasladar a la gran masa de gente que se moviliza de un lado a otro.

“En la zona del río Rímac debería haber más puentes o de mayor capacidad. El problema es que no puedes ensanchar un puente que termina en una calle angosta, como sucede con el nuevo Bella Unión”, aseguró el especialista.

José García Calderón, arquitecto, señala que este es un problema de conectividad que no solo limita la movilidad de los usuarios, sino que los hace propensos a quedar aislados en caso de que alguna de dichas estructuras colapse.

“El río es una gran grieta que divide la ciudad y tiene pocos puentes. En una emergencia y si uno de ellos se cae, Lima tendrá un serio problema para trasladar la ayuda y a las personas que lo requieran”, precisó García Calderón.

La propuesta señala que en la zona entre la avenida Gambetta y la Panamericana Norte debería haber al menos siete puentes ubicados en los jirones 12 de Octubre, Iquitos, Abancay, Piérola, San Salvador, Riobamba y la zona de El Pedregal.

“Por la estructura de las calles, deben ser puentes de un carril o dos como máximo, pero con pasos peatonales”, indicó García.

—Zona este—
Otros distritos que se ven afectados por la separación del río son San Juan de Lurigancho y el Agustino. Los expertos afirman que esas zonas deberían contar con más puentes.

“Es preferible tener puentes chicos o medianos para mitigar el tráfico. También se puede valorar la construcción de más puentes peatonales”, aseveró Fairlie. 

Puentes

A lo largo del río Rímac, desde el Callao hasta Santa Clara, existen solo 16 puentes que dan conectividad a los ciudadanos.

Bella Unión

En el 2013, el puente Bella Unión, en San Martín de Porres, colapsó. Pasaron más de cuatro años hasta que se colocó una nueva estructura.

Huaycoloro

En febrero de este año, la crecida del río Huaycoloro afectó el puente del mismo nombre. En su lugar se instaló un puente tipo Bailey.

Solidaridad

En marzo, el puente peatonal inaugurado en el 2010 se desplomó. Hasta ahora no ha sido reparado.

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