Acoso sexual en el Metropolitano
Acoso sexual en el Metropolitano
Redacción EC

Paúl Herrera Manrique y Gabriel Alexis Grimaldo Arias no se conocen pero tienen algo en común: ambos fueron detenidos por bajarse el cierre del pantalón y agredir sexualmente a pasajeras del Metro de Lima y el Metropolitano.

Su detención se realizó el mismo día, ayer, en San Borja y en el Cercado de Lima, pero no se trata de casos excepcionales. Las denuncias de tocamientos indebidos en buses de transporte público son una preocupante realidad. De hecho, solo en lo que va del año se han reportado públicamente al menos cuatro casos en el Metro de Lima, Metropolitano, Corredor Azul y transporte público regular.

En los últimos casos la inmediata reacción de la víctima y de los testigos fue clave para que el agresor sea intervenido. Por ello, es importante conocer cómo actuar ante los casos de acoso sexual en estos servicios.

METRO DE LIMA
La Línea 1 Metro de Lima informó que los testigos o víctimas de este tipo de actos contra el pudor -así como cualquier otro hecho irregular- tienen dos mecanismos para dar aviso al personal.

El primero son los intercomunicadores ubicados al lado de las puertas de los vagones, los cuales sirven para alertar al conductor sobre los incidentes dentro del tren e iniciar el protocolo de emergencia. El conductor deberá avisar al puesto de control y se detenerse en la estación más próxima, donde ya esperará el personal de la Línea 1 y la Policía.

El segundo son los botones de emergencia de los andenes (a la altura de los relojes). Al pulsarlos el cliente se contacta directamente con el puesto central de operaciones y denuncia el hecho.

Asimismo, en las estaciones del servicio hay presencia permanente de dos agentes de la policía ferroviaria. “También tenemos seguridad privada en las estaciones y en los trenes que los pueden identificar por el chaleco amarillo”, explicó la gerente de servicio al cliente del Metro de Lima, Rossana Valdizán, a Canal N.

METROPOLITANO
De igual forma, el Metropolitano cuenta con un protocolo para atender los casos de tocamientos indebidos y actos contra el pudor.

Marino Farías, jefe de Seguridad de Pro Transporte, explicó a El Comercio que si la persona agraviada se encuentra en una estación debe comunicar al personal de seguridad del Metropolitano.

Si el acoso sucede dentro de un bus, la víctima o testigo debe informar sobre lo ocurrido al conductor, quien se comunicará con el Centro de Control y Comunicación del Metropolitano y la oficina de seguridad. Con esto se da la orden para que el bus se detenga en la estación más cercana, donde los esperará el personal de seguridad. Una vez detenido, el agresor es conducido a la comisaría.

Al mismo tiempo, quien haya sufrido acoso sexual puede comunicarse con el área de atención al usuario para que una abogada le otorgue el apoyo legal y psicológico. “Solicitamos a nuestros pasajeros que denuncien y no se callen ante una agresión de cualquier tipo”, instó Farías.

¿A QUÉ LLAMAMOS ACOSO SEXUAL CALLEJERO?

El 25 de marzo del 2015 se promulgó la ley N°30314 para prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios públicos, también llamado acoso sexual callejero. Esta ley define lo define como la conducta física o verbal de naturaleza o connotación sexual realizada por una o más personas en contra de otra u otras, quienes no desean o rechazan estas conductas por considerar que afectan su dignidad, sus derechos fundamentales como la libertad, la integridad y el libre tránsito, creando en ellas intimidación, hostilidad, degradación, humillación o un ambiente ofensivo en los espacios públicos.

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